Cada vecino tendría que pagar 187 euros para que Pontevedra tuviera deuda cero

A los 15,4 millones de euros que el Concello debe a los bancos se unen los 29,2 millones que muchos pontevedreses han dejado de pagar a las arcas locales en concepto de impuestos ▶ El de mayor índice de morosidad sigue siendo el IBI

Imagen del Rexistro municipal del Concello de Pontevedra. GONZALO GARCÍA (ADP)
photo_camera Imagen del Rexistro municipal del Concello de Pontevedra. GONZALO GARCÍA (ADP)

La deuda por habitante en Pontevedra sigue bajando. Pero para que el Concello saldase las cuentas pendientes con los bancos, a través de los distintos préstamos que tiene contratados para el pago de proyectos y obras, cada pontevedrés tendría que rascarse el bolsillo y poner 187 euros encima de la mesa para que las cuentas locales no dependiesen de las entidades financieras y solo de sí mismas.

A 31 de diciembre de 2017, la deuda municipal superaba los 15,4 millones de euros. Aunque es el mejor dato desde que existen registros, lo cierto es que los créditos pendientes con los bancos todavía siguen ahí.

Si a al dinero de los créditos le sumamos el índice de morosidad, el escenario financiero del Concello empeora. Pontevedra tiene pendientes de cobro 29.228.470,17 euros , que se corresponden con el dinero que los contribuyentes han dejado de ingresar a las arcas municipales en concepto de impuestos.

Esta cuantía no le es ajena al Concello. En parte se asume ya que nunca se llegará a recuperar toda esta deuda fiscal, sobre todo porque muchos de estos derechos son de difícil cobro que se llevan arrastrando desde hace años.

PARA PAGAR OBRAS. Con este dinero pendiente de cobro, el Ayuntamiento tendría capacidad suficiente como para ejecutar obras de otras administraciones. Entre ellas estaría el nuevo edificio judicial de A Parda, presupuestado en 16,9 millones de euros; la variante de Alba, que contará con una inversión de seis millones de euros; la rehabilitación integral del edificio de la Xunta en Benito Corbal, valorado en cuatro millones de euros, y la reforma de la estación de autobuses y el proyecto intermodal para mejorar la conexión a pie entre esta terminal y la de trenes, que costará otros cuatro millones.

El servicio de recaudación logró ingresar algo más de la mitad del importe de las multas de tráfico en 2017: 260.496 euros

 

El tributo que más deudas genera a la hacienda local es el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y que, por otra parte, es el que más ingresos genera.

La concesionaria del servicio de recaudación del Concello, la empresa Recyges, emitió en 2017 facturas a contribuyentes morosos por más de 2,1 millones de euros en concepto de IBI.

La viñeta y el recibo del agua son las otras ordenanzas fiscales en las que hay más reticencias al pago. Así, el año pasado los avisos girados en el primero de los impuestos, el que grava la posesión de un vehículo, se superó los 871.000 euros. Mientras, los tributos vinculados al suministro municipal y que incluyen servicios como el alcantarillado llegó a los 810.000 euros.

OTRAS DEUDAS. Aunque el índice de morosidad se concentra en los tres anteriores conceptos, lo cierto es que existen otras tasas que algunos vecinos se resisten a pagar. Es el caso de las que afectan al Mercado de Abastos, los puestos de las ferias o las vallas situadas en las vías públicas. En todos estos casos, Recyges logró cobrar el año pasado 23.359,99 euros, 11.656,80 y 21.334,60 euros, respectivamente, por la vía ejecutiva, bien a través de la emisión de recibos o liquidaciones.

La adjudicataria del servicio también dio orden de cobrar 495.250 euros correspondientes con las multas de tráfico impuestas a conductores por la comisión de algún tipo de delito. Finalmente, Recyges logró ingresar algo más de la mitad de este importe vinculado a las sanciones, 260.496 euros en total.

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