Caen 'Os Ferrados' por distribuir cocaína y heroína desde Poio hacia varias provincias

La cúpula de la familia Outón Mora fue detenida y sus principales propiedades y negocios resultaron registrados ayer
La Policía abre las puertas de uno de los desguaces del clan familiar, en Marcón. RAFA FARIÑA
photo_camera La Policía abre las puertas de uno de los desguaces del clan familiar, en Marcón. RAFA FARIÑA

La ciudad de Pontevedra y su entorno fueron este miércoles , una vez más, el escenario de una macroredada contra un clan familiar dedicado a la distribución de sustancias estupefacientes enraizado en la comarca y con intereses en varias provincias. A las siete de la madrugada, los helicópteros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil sobrevolaban la playa de Lourido y el núcleo de Campelo. Los vecinos intuían lo que estaba ocurriendo. Saben quiénes son sus vecinos, y estaban en lo cierto. El Grupo II de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría Provincial, el Equipo Contra el Crimen Organizado (Eco) de la Guardia Civil y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (Edoa) del mismo Instituto Armado se aliaron para desarticular el clan familiar de Os Ferrados, también conocido como Los Butaneros, investigados por su presunta relación con el tráfico de cocaína y de heroína en pequeñas cantidades en Pontevedra y en su comarca, pero también fuera de ella, alcanzando incluso a las provincias de Ourense y de León.

El operativo, que sigue abierto, se saldó con nueve arrestos, la mayoría en Pontevedra, pero también en Ourense y León

Os Ferrados llevaban algún tiempo especialmente activos, según detallan quienes mejor les conocen. Tras efectuar pequeñas incautaciones relacionadas con ellos a lo largo de las últimas semanas, los agentes obtuvieron la autorización del juzgado de instrucción 2 de Pontevedra para detener a la cúpula de la familia y registrar sus propiedades. De forma piramidal, Policía y Guardia Civil comenzaron por arrestar a Adrián y a Valentín (hijo) en sus casas de Campelo y de Campañó, respectivamente, y al padre de ambos, también llamado Valentín (histórico líder familiar) residente en el mismo núcleo de Poio, a pocos metros de su hijo menor. A continuación fueron cayendo el resto de miembros del entramado, incluidos colaboradores presentes en Mos, Ourense y hasta en Ponferrada.

Unos 200 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil se desplegaron para evitar la fuga de los investigados

El operativo incluyó la presencia del GRS de la Guardia Civil y de la UiP de la Policía Nacional (las dos unidades que se despliegan para ofrecer una mayor seguridad a redadas en las que los investigados pueden ser peligrosos). Tampoco faltaron los guías caninos de ambos cuerpos, imprescindibles para los hallazgos de pequeñas cantidades de cocaína y también de heroína que se concretaron en el marco de los registros, en los que también se incautaron unos 40.000 euros en efectivo.

Entre los enclaves objeto de inspección, además de los ya citados en Campelo (tres viviendas en un entorno muy cercano), destacó un piso en el barrio de A Parda y los dos centros de trabajo de la familia que han dado nombre al clan familiar: los desguaces ubicados en Marcón, muy cerca del colegio, y en el polígono industrial de O Campiño.

[Valentín Outón (padre). DAVID FREIRE]redada campelo lourido. poio

Una amplia red de socios en el Noroeste

Uno de los elementos destacados de Os Ferrados es su capacidad para suministrar estupefacientes en pequeñas cantidades a distintos puntos. Su estilo es similar, en parte, al de los clanes de O Vao (por el hecho de no acumular grandes cantidades para, llegado el caso, no arriesgarse a una condena muy larga), si bien en su caso disponen, según aseguran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de una amplísima red de colaboradores afincados en varios puntos y que distribuyen la droga que ellos le hacen llegar.

Los investigados tienen capacidad operativa para surtir de drogas a clientes de varias provincias, según aseguran las fuerzas de seguridad

Eso fue lo que, en el día de este miércoles, obligó a un despliegue policial en varias provincias a la vez, llegando a Ourense y a Ponferrada, con el fin de asegurar que ninguno de los sospechosos pudiese eludir la acción de la Justicia.

Os Ferrados tienen un dilatado historial penal. Solo la Udyco de Pontevedra les ha detenido en tres ocasiones, las anteriores cuando recibían el nombre de Los Butaneros debido a su anterior ocupación. Pero tienen suerte. Y esta vez parece que volverán a escabullirse con una corta estancia en prisión.

[Adrián Outón, en los exteriores de la vivienda. DAVID FREIRE]redada campelo lourido. poio

Valentín mostró sus nalgas en el último juicio
A comienzos de 2019, uno de los miembros del clan de Os Ferrados, Valentín Outón (hijo) protagonizó una anécdota antes de ser condenado a dos años de prisión. Lo hizo cuando se percató de la presencia de los redactores gráficos, a quienes regaló la imagen de sus nalgas en el inicio de la vista. En el posterior juicio, el investigado negó que se dedicase a traficar con drogas y apuntó que su negocio eran los desguaces. Lo hizo después de ser cazado en posesión de ocho gramos de cocaína que tiró al cauce del río Gafos cuando iba a ser identificado por la Policía. Por aquellos hechos fue condenado a dos años de cárcel con la atenuante de drogadicción.