Siguen soplando malos vientos para el sector de la venta de coches nuevos. Después de un 2020 en el que las matriculaciones de turismos y todoterrenos se desplomaron un 24,2% en la provincia, 2021 no ha arrancado con mejor pie. Según la información de Anfac, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, en el conjunto de concellos pontevedreses se registraron durante el primer trimestre de este año solo 1.715 vehículos, un 22,22% menos que en el mismo período del ejercicio pasado. En el caso concreto de los coches particulares, la caída fue del 25,76%, mientras que en los de empresa la bajada alcanzó el 13,94%.
Atendiendo al tipo de combustible, los que más notaron la caída de ventas fueron los diésel, pues entre enero y marzo se matricularon únicamente 421 en el territorio provincial, un 46% menos que en los mismos meses de 2020. De hecho, de todos los coches registrados en este primer trimestre, los de gasóleo solo representaron el 24,5% del total del mercado.
También en los de gasolina cayeron las matriculaciones a solo 769, un 28% menos que en el mismo período de 2020. Los híbridos y eléctricos, en cambio, continuaron su tendencia al alza, incrementando las ventas entre enero y marzo un 51,3%. En total, en esos tres meses se vendieron 525 coches electrificados en la provincia pontevedresa, de acuerdo con estadísticas de IEA a partir de información de la DGT.
Los datos no solo son malos para el sector de la automoción. El frenazo en las ventas está aumentando progresivamente la edad de los vehículos que circulan por las carreteras. Tanto es así, que en 2020 la media de antigüedad del parque automovilístico superó los 13 años, una cifra un tanto preocupante si se tiene en cuenta que "los automóviles con más de diez años tienen el doble de posibilidades de sufrir un accidente y los que superan los 14 años, el triple", señalan desde el comparador Acierto.com, que ha elaborado un estudio según el cual el 55% de los coches que circulan por las carreteras españolas superan los 100.000 kilómetros, una realidad a la que no escapa la provincia de Pontevedra.
SIN ESP NI ABS. "Los principales motivos del mayor índice de siniestralidad" de los vehículos viejos "son la falta de sistemas de ayuda a la conducción, como el ESP y el ABS, además de un mayor riesgo de avería mientras se circula que puede derivar en un accidente de tráfico", aclara el cofundador de la citada entidad.
El envejecimiento del parque de vehículos es una realidad que vienen percibiendo las firmas de automoción y los talleres. "Nosotros estamos recogiendo coches con 14 y 15 años y con esa edad y con más hay muchos circulando por ahí", explica Jorge, responsable de Vehículos de Ocasión de Mourente Motor, quien añade que el hecho de que los componentes de los automóviles envejezcan puede afectar a su seguridad.
No obstante, son muchas las causas que hay detrás de la caída de ventas de turismos y todoterrenos nuevos. Por un lado, la pandemia ha venido a meter el dedo en la llaga, puesto que las restricciones a la movilidad, los menores desplazamientos por motivos como el teletrabajo y también la crisis económica derivada de la covid desaniman a muchos ciudadanos a renovar su vehículo. Según los datos del observatorio del Ministerio de Transportes, durante el confinamiento la movilidad en la provincia se redujo entre un 43 y un 56% y en enero de este año la caída fue del 24 % en el tráfico interprovincial. A todo esto se suman razones que venían de atrás, como la incertidumbre sobre cómo evolucionarán las normas sobre emisión de gases de efecto invernadero y, por tanto, sobre los coches de gasoil y gasolina.
"El mundo del automóvil está atravesando un mercado de pánico", explican en Aelsa, concesionario de Opel en Pontevedra. "Los gobiernos tienen compromisos con Europa para ir incorporando cada vez más coches eléctricos, pero el problema es que aquí son caros para una población que no tiene recursos. No se puede comparar el poder adquisitivo de un ciudadano español con el de un nórdico".
Sin embargo, esto no siempre ha sido así durante la pandemia. De hecho, el bajón de actividad en el sector se dejó notar hasta ver reducida su facturación entre en un 40 o 50% en relación al año anterior en algunos casos.
La crisis económica también está afectando al mantenimiento del vehículo. Según el portal acierto.com, hasta dos de cada cinco españoles admite no pasar las revisiones estipuladas por el fabricante del coche. El dinero es la principal razón para no hacerlo. De hecho, casi el 25% afirma que solo lleva su automóvil al taller si no le queda más remedio. Asimismo, tres de cada cinco no cambia sus neumáticos a tiempo.
De acuerdo con el estudio del comparador, este comportamiento podría agravarse como consecuencia de la crisis económica, aunque esta falta de mantenimiento dispara las averías, incrementa las posibilidades de tener un accidente y también aumenta el riesgo de quedarse tirado en carretera: uno de cada diez conductores reconoce que ha vivido esa situación por no haber llevado a tiempo el coche a la revisión.
Según las cifras que maneja acierto.com, se han duplicado los coches que circulan con la ITV caducada.
Circular sin ITV
En concreto, la asociación Española de Entidades Colaboradoras de la administración en la inspección Técnica de Vehículos indica que 45 de cada 100 vehículos que circulan no tienen la iTV en regla, pese a que hacerlo está sancionado con una multa de 200 a 500 euros, dependiendo del caso.
