Las altas temperaturas llenan las playas de la Ría de Pontevedra

Los arenales calientan motores de cara al verano
La playa de Silgar se llenó este domingo, especialmente al mediodía. RAFA FARIÑA
photo_camera La playa de Silgar se llenó este domingo, especialmente al mediodía. RAFA FARIÑA

Después de una larga espera, el buen tiempo ha llegado a Pontevedra, y como consecuencia las playas de la provincia se han abarrotado en este primer fin de semana con temperaturas veraniegas que han provocado largas colas en las carreteras que llevan al litoral, especialmente en las horas puntas. Los termómetros han superado las marcas previstas para el domingo, llegando a los 28 grados a las 15.10 horas en el interior. Pontevedra dejó estampas dignas de un día cualquiera de julio y batiendo el record de temperaturas del último mes, cuya marca más alta se colocaba el pasado día 19 con 25 grados.

De esta forma, la ciudad sacó el abanico a la calle para paliar la ola de calor que impedía correr el aire. Las marcas fueron ligeramente más bajas en la costa en cambio, donde las nubes y la brisa influyeron en el mercurio, que provocaron un descenso de temperaturas. Aún así, las medias fueron agradables, con temperaturas de más de 25 grados en Sanxenxo. El pico más alto se dio a las 17.10 con 25,6 grados. La playa de la Lanzada fue una de las más concurridas en la jornada del domingo, con cientos de personas que han estrenado ya estación.

Desde el otro margen, Marín superó también los 25 grados (25,1 la media) a las 13,30, con las playas de Portocelo, Mogor o Aguete abarrotadas, manteniendo además una temperatura del agua agradable con 15 grados de media que invitaba al baño a los más atrevidos.

Las playas de Poio también tuvieron sus primeras visitas, especialmente en Lourido o Raxó, que con una temperatura media de 25 grados a las 14.30 horas, estrenaron su temporada.

Pontevedra ha comenzado a abrir paso al verano y ha sido este fin de semana una de las provincias gallegas más calurosas, solo superada por Ourense.

PREVISIONES. Este ha sido solo el principio de un frente de calor que azotará Galicia en los próximos días, cuando está previsto que los termómetros estén en ascenso y recojan este lunes unas máximas de 29 grados y unas mínimas de 15.

Eso sí, habrá inestabilidad atmosférica y se esperan tormentas y chubascos tormentosos, más probables en el interior, por lo que el espejismo del calor desaparecerá en los próximos días.

Aún así, no cabe duda de que este fin de semana ha calentado motores para un verano que se prevé seguro, puesto que la estampa de las playas ha dejado ver la distancia de seguridad entre los diferentes grupos, que sin mascarillas, han disfrutado del descanso completo.

El calor se ha hecho un hueco en la Boa Vila.

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