Si no se cambia la Ley, "Pontevedra será un campo de batalla"

La amenaza del cierre sube la intensidad de las protestas de los trabajadores de Ence, que ocupan el Concello, insultan a la Corporación y aporrean el vehículo del alcalde
Imagen de las protestas de este jueves. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Imagen de las protestas de este jueves. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La cadena de movilizaciones emprendidas por los trabajadores de Ence vivió este jueves uno de los episodios de mayor tensión de entre todos los vividos en el conflicto de la pastera. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y varios miembros de la Corporación fueron objeto de insultos e intimidaciones por parte de un grupo (reducido) de trabajadores la pastera, que ocuparon el Concello y que acabaron aporreando los vehículos del nacionalista y de dos compañeros de filas, el edil Demetrio Gómez y la edila Carme Fouces. Las sombras del cierre se acercan a pasos agigantados y, tal y como habían advertido los propios protestantes, la intensidad de las movilizaciones se ha disparado en las últimas jornadas.

La protesta comenzó a las 11.30 en el Concello, donde un grupo de 13 empleados respaldados por CC. OO. consiguió encerrarse en la planta de Alcaldía para forzar la reunión presencial que llevan solicitando varias semanas con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Los trabajadores lograron colarse por los accesos a las instalaciones municipales de la calle Michelena y podrían haber sido más de no ser porque la Policía ya estaba sobreaviso de que podía producirse algún tipo de movilización. Cuando los agentes se percataron de lo que estaba ocurriendo cortaron el paso al público, abocando al resto de manifestantes a esperar fuera.

El encierro acabó siendo una encerrona para el regidor, el teniente de alcalde, Tino Fernández, y nueve ediles Gobierno local. Todos permanecieron en la tercera planta de Michelena hasta las 14.30 horas, cuando decidieron salir en bloque, formando una fila y escoltados por la Policía Local. Los trabajadores se apelotonaron alrededor de la comitiva, que abandonó a paso rápido el edificio bajo duras increpaciones de los allí presentes.

García Pedrosa insistió en que todavía hay margen

Lores y varios compañeros de Gobierno accedieron al parking de la Praza de España, donde se produjeron los minutos de mayor nerviosismo. En el momento de salir al exterior varios de los protestantes que se habían encerrado en el Consistorio y otros de los que aguardaban en el exterior intentaron acceder al vehículo, llegando algunos a propinar patadas y golpes en el coche del nacionalista. También hubo ataques verbales, que se repitieron cuando salieron Demetrio Gómez y Carme Fouces.

HOJA DE RUTA. La protesta fue respaldada por CC. OO, cuyo secretario de organización, José Luis García Pedrosa, insistió en que todavía hay margen para cambiar el destino de Ence. El Gobierno central subraya que el famoso artículo 18 de la Ley de Cambio Climático se aprobará en los términos actuales, probablemente en abril, lo que según Ence se traduciría en el cierre de Lourizán. Sin embargo, para Pedrosa queda una última oportunidad de aprobar una enmienda transaccional (de los partidos díscolos), lo que permitiría levantar el carácter retroactivo de la ley y evitar, por tanto, que Ence tenga que cerrar en un máximo de doce años.

El sindicalista replica el reciente anuncio del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Alfonso Morán, de que independientemente de lo que suceda con la Ley de Cambio Climático o la denuncia de la prórroga, Ence tendrá como tope 2033, pues es cuando la pastera alcanzaría el tope de 75 años que impone una ley anterior y de rango superior: la de Patrimonio de las Administraciones Públicas, aprobada en 2003. "Non cremos o que di Morán e os distintos responsables do BNG e do PSOE. O que existe é unha vontade decidida de pechar Ence, que se fai visible no momento en que o Goberno decide allanarse frente aos pleitos presentados na Audiencia. Pero se pensan que lles vai saír gratis, están moi equivocados".

El sindicalista advirtió a ambos partidos políticos de que el sindicato, que ostenta la mayoría en el comité de oficinas, y los trabajadores "imos seguir intensificando a loita" y que esto dará lugar a "un conflito de moita envergadura", con símiles parecidos a los que desató "a reconversión naval". "Os indutores do peche tiveron moitos anos para buscar alternativas e aquí non hai outra máis que a de que outros busquen solucións. No nos deixan outro camiño que a loita combativa (...) Se non se produce ese cambio na lei, que se preparen, porque Pontevedra vai ser un campo de batalla", advirtió el secretario.

DENUNCIAS. Pedrosa descartó participar en la mesa de diálogo que propone el comité de la fábrica (liderado por la CIG) , una propuesta que tildó de "maniobra de distracción". Además, indicó que la unión sindical que reclama la Comisión de Comités "está na rúa, o único sitio onde hai unidade".

El Gobierno local inició el análisis de los vídeos de la protesta para ver si adopta "decisións ao respecto". No obstante, según fuentes próximas, la Policía Local denunciará de oficio "todas las infracciones" detectadas, "que pueden ser o no penales". Entre ellas, aluden a la falta de permiso para celebrar la movilización, coacciones, amenazas, incumplimiento de las medidas covid y posibles daños al vehículo del regidor.

"La vamos a montar en Madrid"
Trabajadores de Ence se concentrarán este viernes frente a la sede del Ministerio de Transición Ecológica. La presidenta del comité de oficinas, Ana Cedeira, avanzó que "la vamos a montar en Madrid, porque hay 5.000 familias que quieren seguir sobreviviendo" y porque esos posibles despidos corren a cargo "del Partido Socialista Obrero Español, que tiene delito".

Si no hay cambios en la Ley de Cambiio Climático "Ence no se irá en 2033, cerrará mucho antes", dijo la portavoz.