El cambio climático altera los tiempos de la uva en las Rías Baixas

La subida de las temperaturas adelanta la brotación y obliga a viticultores a tomar medidas para preservar la tipicidad de los vinos

photo_camera Miguel Tubío comprobando el estado actual de los viñedos de Martín Codax. DP

Los efectos del cambio climático empiezan a dejarse notar en los viñedos de las Rías Baixas, donde lo tiempos de la uva se están viendo alterados. El fenómeno es relativamente reciente y obliga a realizar un análisis más a largo plazo para saber si se trata de una variación climática pasajera o provisional. No obstante, muchos coinciden al señalar que la subida de las temperaturas ha adelantado la brotación de la vid y que, por norma general, la vendimia también se despacha antes que otros años.

El director técnico de las Bodegas Martín Códax, Miguel Tubío, indica que hay dos síntomas que coinciden con las evidencias que señalan los expertos acerca del cambio climático: «Un deles é o incremento da temperatura, que adianta en xeral os ciclos vexetativos, e outro ten que ver coas anomalías climáticas, que poden ser a nivel de temperaturas e de precipitacións. No noso caso tivemos un inverno seco. Logo marzo foi moi cálido, pero abril foi anormalmente frío e agora estamos nun mes no que as chuvias non destacan. Pode vir unha tempada de sequía e despois episodios de tormenta. Son anomalías coas que imos ter que convivir», subraya el experto.

Las diferencias entre las máximas y las mínimas están siendo más bruscas aunque, por el momento, la vid está resistiendo el pulso con éxito. «A viña non se está resintindo». La subida de la temperaturas también está siendo bien gestionada por las plantaciones, pero sí se percibe que ésta ha adelantado ligeramente el crecimiento de la uva, de forma que a estas alturas del mes ya hay viñas «en plena floración» y otras que están empezando.

Tubío incide en que, por el momento, la subida del termómetro «non é preocupante», pero sí obliga a tomar cartas en el asunto, especialmente «para non perder a tipicidade dos viños». «O que temos que facer é xestionalo, porque o incremento das temperaturas pode facer que perdamos as características (...) De feito, xa fixemos a fixemos moitos traballos e estudos a este respecto e xa temos as prácticas definidas para mitigar os efectos mediante a xestión da rega e da vexetación na fase de ascenso das temperaturas».

GRADUACIÓN. El técnico de campo y responsable de viticultura de Condes de Albarei, Alberto Barral, también considera que el aumento de las temperaturas hace que «cada vez veamos una brotación más temprana» y, por extensión, un ciclo vegetativo más precoz. El profesional puntualiza que no es «experto en cambio climático», pero a su modo de ver este fenómeno es «un hecho» que está dejando huella en las parras: «Las últimas primaveras están siendo más suaves y los finales de verano están siendo más cálidos, por eso llevamos varias campañas con graduaciones más altas».

Barral añade que las variaciones de temperaturas obligan a «estar pendientes, sobre todo de lo que pueda pasar a nivel de infecciones por mildiu», una de las enfermedades de la vid más conocidas y graves en viticultura que está causada por un hongo. En todo caso, el técnico también recuerda que los viticultores «se han ido profesionalizando y realizan más controles» para preservar la calidad e identidad de la uva frente a todos los posibles ataques, entre ellos la inestabilidad que caracteriza al cambio climático y que ha hecho que 2017 pasara a los anales de la historia como el año de la brotación más precoz y que 2018 hiciera lo mismo con la etiqueta de una de las floraciones más tardías.

Comentarios