CAMINO A LA NORMALIDAD

CIS

Antón Gómez Reino es el candidato de Galicia en Común a la Presidencia de la Xunta. XOÁN REY (EFE)
photo_camera Antón Gómez Reino es el candidato de Galicia en Común a la Presidencia de la Xunta. XOÁN REY (EFE)

COMO SIEMPRE, el CIS ha publicado una encuesta que marca diferencias con todas las demás. Pronostica una holgada victoria de Feijóo aunque con una caída de 9 puntos. El PsdeG y el BNG andarían en un empate técnico peleado por la segunda plaza y Galicia en Común se desploma aunque seguiría en el Parlamento.

Hace ya muchos años que no debemos creernos ninguna encuesta, ni las del CIS ni las demás, por lo que resulta imposible hacer pronósticos en base a ellas, pero al menos todas coinciden en algunas cosas: Feijóo, consiga o no consiga renovar la presidencia, renovará como el líder más votado y mejor valorado; Ana Pontón se consolida al frente de un BNG que desde su llegada no para de subir; el PSdeG no termina de despegar. Los socialistas gallegos siempre han fallado a la hora de buscar un candidato capaz de plantarle cara a los del PP. Salvo en la época de Touriño, que consiguió el Gobierno con apoyo del BNG perdiendo contra un Manuel Fraga que ya no estaba para gaitas, los socialistas gallegos nunca han podido con el PP.

Galiza es otro mundo en el espacio electoral del Estado español. Ni con Sánchez gobernando en Madrid son capaces de presentar a un candidato capaz de medirse de tú a tú con el del Partido Popular. Con la deriva derechista de Casado, Cayetana, y sus huestes y un socialista en La Moncloa, un buen candidato estaría en condiciones de disputar el primer puesto al PP, el lugar de pelear por el segundo con el BNG. Tienen que hacérselo mirar. Gonzalo Caballero no ha aprendido nada de su tío Abel, que llegó un día, se presentó a la alcaldía de Vigo y hoy es el alcalde más votado de España. Le falta garra, le falta hambre de victoria y carece de agresividad. No tiene la mirada del tigre, que como nos enseñó la saga de Rocky, es imprescindible para ganar. Es como un cervatillo retando a un león. Yo iría a pedirle consejo a Abel Caballero, malo será que no saque algo en limpio.

Otro que tal baila es GómezReino, aunque la culpa no es del todo suya. Su gente, tras lograr las alcaldías de casi todas las grandes ciudades gallegas, fracasó, se disgregó y acabaron poniéndolo a él, pero es un candidato poco conocido. Necesita un recorrido que no logrará en tres semanas. Para mucha gente es una incógnita. Y tiene un doble problema: si se esconde tras la marca, mal, porque la marca a la que representa no dice gran cosa. Y si esconde la marca tras su rostro, casi peor, porque nadie sabe quién es. No dudo que en cuatro años, si lo hace regular o bien pueda escalar posiciones, pero hoy por hoy bastante hará si saca cuatro o cinco diputados.

Ana Pontón, sin embargo, tiene todo aquello de lo que carecen Caballero y Gómez-Reino, y su trabajo le costó. Es joven pero tiene recorrido; es carismática. Cae bien, tanto en persona como en las distancias largas. Tiene discurso y representa a una marca que con sus idas y sus venidas siempre ha estado ahí y es perfectamente conocida. Es, tras Feijóo, la líder más valorada. Tiene discurso y lo expone de una manera muy amable y divulgativa; sabe debatir. Es la candidata total, de calle la mejor de la actual oposición. Y ha conseguido convertir al BNG en un partido que no asusta a nadie, algo que sólo han hecho ella y Lores, hablando de candidatos que se mueven en las alturas. Será Presidenta algún día, si no ahora dentro de cuatro u ocho años. Con un sólo diputado en Madrid, Néstor Rego, Pontón logrará más que Caballero con Sánchez en La Moncloa y Gómez-Reino con Iglesias en la vicepresidencia, que volviendo a Gómez-Reino y a su candidatura, no se explica que no concurra bajo las siglas de Unidas Podemos, lo que sin duda le daría cierta ventaja.

Es una pena que el CIS no se haya esmerado más. Presenta una muestra de poco más de 800 entrevistas y no ofrece designación de diputados ni resultados por provincias. Siendo una empresa pública y a menos de un mes de las elecciones cabría esperar un mayor esfuerzo. Sea como sea, siguen en el aire las dos cuestiones fundamentales: si Feijóo obtiene su cuarta mayoría absoluta, algo que parece más que probable y quién obtiene la segunda plaza, si Ana Pontón o Abel Caballero. Eso es de una importancia bestial. Si Feijóo vuelve a gobernar, uno de los dos ejercerá la jefatura de la oposición; si el PP pierde la mayoría absoluta, gobernaría quien obtuviese la medalla de plata.

Aunque ésta será la campaña más rara que hayamos vivido jamás, o precisamente por eso, nada está decidido. Hay factores, como la abstención que se prevé alta, o los movimientos de última hora, que siempre los hay, que decanten el voto de unos pocos en uno u otro sentido.

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