Este verano podrán realizarse ludotecas y campamentos, iniciativas indispensables en muchos casos no solo para el entretenimiento de los más pequeños durante las vacaciones escolares y para su crecimiento personal y aprendizaje, sino también como herramienta fundamental para la conciliación familiar. Es este un objetivo cada vez más complicado en tiempos de pandemia, con la progresiva incorporación de padres y madres a sus obligaciones laborales y sin poder recurrir a los abuelos, en la mayoría de los casos, para respetar las recomendaciones frente a la covid-19.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado sábado las condiciones para la realización de actividades de tiempo libre dirigidas a la población infantil y juvenil a partir de la fase 3 del proceso de desescalada, que en Galicia se iniciará, previsiblemente, el próximo 8 de junio. Podrán realizarse "siempre que se garantice el cumplimiento de las recomendaciones de prevención e higiene del Ministerio de Sanidad y la disponibilidad de un procedimiento para el manejo de posibles casos de covid-19, así como aquellas otras condiciones que, en su caso, establezca la autoridad competente de la comunidad autónoma".
Así, cuando el desarrollo de las actividades previstas se lleve a cabo al aire libre, se deberá limitar el número de participantes al cincuenta por ciento de la capacidad máxima habitual de la actividad, con un máximo de 200 personas, incluyendo a los monitores.
Si el caso de que dichas actividades se vayan a realizar en espacios cerrados, se deberá limitar el número de participantes a un tercio de la capacidad máxima habitual de la actividad; con un máximo de 80 personas, incluyendo también a los monitores.
Durante el desarrollo de las actividades se deberá organizar a los participantes en grupos de hasta un máximo de diez personas, incluido el monitor. En la medida de lo posible, detalla el BOE, las actividades e interacciones se restringirán a los componentes de cada uno de estos grupos.
