Campañó pasa revista a la nueva división con Poio

La comunidad de montes esperará a que se oficialice la nueva frontera para votar si reclama la zona de los repetidores
Participantes en la ruta entre los lindes de Pontevedra y Poio
photo_camera Participantes en la ruta entre los lindes de Pontevedra y Poio

Los vecinos de Campañó recorrieron este domingo la nueva línea divisoria que les separa del concello vecino de Poio. La frontera es la que ha establecido el informe del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y, en líneas generales, refrenda el amojonamiento que se realizó en 1889 por orden estatal y en consenso entre los ayuntamientos de Poio y Pontevedra. Su aplicación deja sin efecto los límites que fijó el Ayuntamiento capitalino de forma unilateral en 1938, sin contar con la participación de los dirigentes poienses.

El proceso está ahora mismo en fase de resolución de alegaciones, presentadas desde ambos bandos. A expensas de conocer el dictamen final, la nueva división sitúa en Poio los terrenos del Parque de Bombeiros, la Comandancia de la Guardia Civil, un área de A Xunqueira de Alba, parte de la autopista y un tramo de la avenida de Domingo Fontán, el más cercano al puente de As Correntes. Como contrapartida, la línea imaginaria concede a Pontevedra la parte alta del monte de O Castrove, donde están situadas las antenas y los repetidores que, entre otras cosas, actúan como fuente de ingresos para los comuneros de San Xoán de Poio. La organización de la expedición, en la que participaron unas 25 personas, corrió a cargo de la Asociación Cultural Deportiva Campañó.

Su secretario, José María Domínguez, también presidente de la Comunidad de Montes de Campañó, incide en que la nueva división apenas afecta al montante de superficie de ambos ayuntamientos, "porque lo que se pierde por un lado, se gana por otro". También insiste en que la asociación cultural preparó la ruta con el único objetivo de "informar a los vecinos sobre los lindes históricos" y que, en ningún caso, el ánimo es entrar en guerra con sus vecinos poienses.

Domínguez reconoce, aún así, que la Comunidad de Montes de Campañó puede tener derecho a reclamar la zona de los repetidores, puesto que la nueva frontera sitúa en sus dominios el Outeiro de Acido, el punto más alto de O Castrove donde fueron instalados los aparatos, y dado que las divisiones de los concellos lindantes ya reconocen este punto como el lugar de unión entre Pontevedra, Meis y Barro. La reclamación de la titularidad depende ahora mismo de que la Xunta resuelva la línea definitiva. Solo entonces, se valorará la posibilidad de convocar una asamblea para que los comuneros de Campañó decidan qué hacer. "Lo que queremos dejar claro es que Campañó jamás se ha metido en esta historia, sino que se ha encontrado con esto, igual que la comunidad de San Xoán de Poio. Pese a las discrepancias, siempre hemos tenido buena relación con ellos y queremos que siga siendo así".

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