Campañó reúne más de un millar de firmas en contra de la variante de Alba

Los vecinos aseguran que cerca de un centenar de viviendas de la parroquia se verán afectadas por la construcción de la nueva carretera
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photo_camera La plataforma contra la variante de Alba presentó el martes sus alegaciones ante la Xunta. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Campañó sigue en pie de guerra contra la variante de Alba. Los vecinos presentaron el martes en el Rexistro de la Xunta una alegación conjunta respaldada por 1.171 firmas que solicitan una alternativa distinta para la construcción del vial que unirá las carreteras de Vilagarcía (PO-531) y Santiago (N-550).

El proyecto impulsado por la Consellería de Infraestruturas, cuya fase de exposición pública finaliza este miércoles, cuenta con al menos otras 36 reclamaciones de particulares que se oponen al trazado previsto. Así lo aseguró el martes la presidenta de la Asociación de Veciños de Santo Paio, Lucía Montoto, que espera que el Gobierno gallego "recapacite" y plantee un nuevo diseño para esta vía.

La plataforma vecinal sostiene que cerca de un centenar de viviendas de la parroquia, "nas que residen preto de 400 persoas", se verían de algún modo afectadas por la variante de Alba, que conectará los núcleos de O Freixo (en Campañó) y A Cendona (en Lérez). Así se lo han hecho llegar a la Xunta a través de la citada alegación conjunta, en la que se hace constar que "non entendemos que para mellorar a seguridade vial na parroquia de Alba se teña que empeorar a de Campañó".

Los vecinos temen que el tráfico que ahora circula por el vial que va de San Caetano a la N-550, que cifran en cerca de 13.000 coches al día, se sume a los 23.000 que ya transitan por la carretera de Vilagarcía. "Vaise cargar este tramo cun mínimo de 30.000 ou 35.000 vehículos, o que sería unha barbaridade", señalan.

Otra de las preocupaciones de la plataforma tiene que ver con la proximidad de la variante con el CEIP de Parada, "o cal aumentou o seu alumnado de 100 a 180 rapaces". Consideran que la futura autovía, que inicialmente tendrá un carril por cada sentido y con límite de velocidad de 100 kilómetros por hora, generará situaciones de "inseguridade e de perigo para os nenos que cruzan o semáforo para acceder ó colexio, que xa en máis dunha ocasión estiveron a piques de ter unha desgraza". En este sentido, los vecinos recuerdan que el proyecto autonómico no incluye ningún plan de humanización en el entorno del centro escolar.

La presidenta de la Asociación de Veciños de Santo Paio considera además que las obras complementarias que el Concello solicita a la Xunta en su informe de alegaciones "chegan tarde". "Xa terían que estar feitas", apunta Lucía Montoto.

RUIDO. La reclamación municipal gira se apoya en tres reivindicaciones: un trazado que contemple los desplazamientos peatonales, conexiones con los núcleos de población y medidas contra la contaminación acústica.

El ruido es, precisamente, otro de los problemas que detectan los afectados por la variante de Alba. Consideran que el aumento del tráfico rodado afectará "negativamente no rendemento académico dos nenos" del colegio Parada.

La plataforma vecinal también advierte de que la obra pone en riesgo manantiales en la zona, así como "as mangueiras das traídas de auga". Además, afirma que el futuro vial, cuyos trabajos comenzarán a principios de 2020, tendrá un impacto negativo a nivel medioambiental. Según el colectivo, la actuación afectará a una finca con camelias "pouco frecuentes" y a una zona en la que hay una planta protegida, la "succisa pinnatifida" o boca del diablo.

ATAÚD. El Concello se ha puesto en contacto con los vecinos con el objetivo de presentar el informe de alegaciones municipal en el consello parroquial de Campañó, que da voz a las entidades de la zona. "Nós imos a seguir coas mobilizacións. Cremos que é posible outro trazado", señala Montoto. La protesta de el martes incluyó un ataúd.

Los afectados apuestan por una alternativa ya estudiada por los técnicos autonómicos para la variante: la que iría desde el Merkasia de la carretera de Vilagarcía, recorriendo la autopista en paralelo para incorporarse posteriormente a la N-550 a la altura del supermercado Dia, situado en la parroquia de Lérez. También piden que se libere el peaje de la AP-9 de Curro para aliviar el tráfico de la PO-531 y reducir así el riesgo de accidentes.

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