La festividad del Corpus Christi es una fecha significativa dentro del calendario religioso. Además de una celebración en la que los creyentes honran al Santísimo Sacramento, esta jornada culmina el trabajo que vienen desarrollando algunas parroquias para mantener una tradición arraigada: la elaboración de alfombras florales que embellecen el recorrido de la procesión.
Entre las feligresías que engalanan los atrios de sus iglesias se encuentran la de San José de Campolongo y San Vicente de Cerponzóns, que este domingo celebrarán el Corpus con una misa a las 12.30 horas y las procesiones que saldrán al finalizar el acto eucarístico. Ambas parroquias conservan la costumbre de elaborar los vistosos tapices naturales desde hace más de tres décadas.
El equipo de alfombristas de Campolongo aceleraba ayer las tareas de preparación del material que emplearán en la confección de los tapices: tulla, bog, mimosa, 'xesta' y pétalos de hortensia. "Comenzamos las reuniones de trabajo hace 15 días, para tener preparado el material que empezaremos a colocar sobre las seis de la tarde del sábado", apunta Maricarmen Pérez Conles, una de las voluntarias que colaboran con esta iniciativa parroquial.
La decoración del atrio de Cerponzóns es una tradición que ha pasado de generación en generación en los últimos 37 años. Los diseños de las alfombras florales girarán en torno a la celebración del milenio de feligresía, mientras que el alfombrado abarcará una superficie de un kilómetro cuadrado y una longitud de 260 metros lineales. "Venimos preparando el material desde mediados de febrero", señala Merchy Cochón Viéitez, portavoz del grupo de alfombristas.
