La parroquia de Campolongo celebró este martes el día grande las fiestas en honor a su patrón, San José, en una jornada en la que también conmemoró los 40 años de la colocación de la primera piedra de su templo.
La iglesia parroquial, construida en un solar del antiguo polígono de Campolongo de una superficie de 2.665 metros cuadrados, supuso una inversión de 40 millones de pesetas de la época, que equivalen a 240.000 euros.
El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, rememoró el acto de la bendición de la primera piedra del edificio de culto, que tuvo lugar el 19 de marzo de 1979. En su entrada al templo para presidir la eucaristía de la jornada efectuó una aspersión litúrgica con el hisopo, recordando el acto que efectuó hace cuatro décadas el vicario de entonces, José Ríos Gigirey.
El párroco de Campolongo, Casimiro Fernández, explica que en estos 40 años la feligresía "ha evolucionado en muchos aspectos, se ha formado una comunidad cristiana que está presente en el barrio, que se expresa y que vive la fe de muchas maneras".
El clérigo subraya que a lo largo de su historia mucha gente se ha favorecido de los servicios que presta la parroquia, "una comunidad muy viva". "Sería imposible saber cuántas personas se han beneficiado de Cáritas en estos 40 años. Los desayunos de San José para personas necesitadas, que llevan funcionando desde hace más de diez años, atienden a una media de 50 personas cada domingo, mientras que Cáritas asiste a una media de 100 familias, además de organizar actividades de formación de jóvenes y matrimonios".
PÁRROCOS. Han sido varios los sacerdotes que estuvieron al frente de la parroquia de San José. Con Arturo Caamaño se edificó la iglesia y José Antonio Fernández Recuna instaló el retablo, los campanarios y el doble techo. Casimiro Fernández, que lleva cinco años al frente de esta feligresía, en la que entronizó una imagen de San Juan Pablo II, considera una prioridad conseguir la cesión de un local en el barrio para la realización de actividades porque el espacio actual resulta insuficiente. Por eso el religioso efectúa un llamamiento para cubrir esta necesidad, ya que la feligresía no dispone de los fondos necesarios para adquirir un bajo. "Vendría bien para los desayunos, las actividades de Cáritas y las reuniones de adultos y ancianos", apostilla.
La programación de la jornada de clausura de las fiestas de San José tuvo una vertiente gastronómica, que consistió en una degustación a base de lacón con grelos y churrasco al mediodía y, una chocolatada con roscón a media tarde.
En el ámbito deportivo, el Mace Sport efectuó una exhibición de taekwondo y varios equipos disputaron el torneo de petanca Memorial Fernando Viéitez.
