Candán y Barros graban el mejor vídeo submarino del mundo

El vigués y la pontevedresa revalidan el título conseguido en 2010
Los ganadores luciendo sus medallas. CEDIDA - Jorge Candán y Pilar Barros
photo_camera Los ganadores luciendo sus medallas. CEDIDA

Ser los mejores del mundo no es algo nuevo para ellos, porque ya subieron a lo más alto del podium en 2010. Pero repetir el reconocimiento de haber grabado el mejor vídeo submarino del mundo es una gesta que siempre endulza y de la que pocos pueden presumir.

La pareja (profesional y en la vida real) formada por el vigués Jorge Candán y la pontevedresa Pilar Barros consiguieron el preciado galardón este fin de semana en las aguas tinerfeñas de Arona. Pero su preparación se remontaba dos semanas atrás. "Vinimos para conocer la zona, saber qué podíamos encontrarnos y, en base a ello, preparar un guión para nuestro trabajo", aclara el flamante campeón del mundo.

Su propuesta se basó en "algo un poco poético", una historia de cuatro minutos -la máxima duración permitida- sobre un mundo en el que ha desaparecido el ser humano, "pero éste regresa al cabo de varios siglos y el mar, para protegerse de su devastadora acción, invade la tierra y convierte el planeta en un gran océano".

Jorge Candán goza de un merecido prestigio internacional como documentalista acuático, "pues llevo 20 años metido en esto. Empecé con la fotografía submarina y fui ganando varios concursos hasta convertirlo en mi profesión".

Junto a su pareja, Pilar Barros, forma un tándem que les catapultó al Campeonato del Mundo hace nueve años. Pero lo suyo es un no parar. Tras repetir título en Tenerife, en 15 días intentarán lograr la coronal nacional en Girona, "todo ello sin descuidar los proyectos profesionales, que también los hay".

Metodología. Filmar en cuatro inmersiones y editar en dos días
La actual versión del Campeonato del Mundo de Vídeo Submarino sumó este año su tercera edición y tuvo como escenario las aguas de Tenerife. Contó con una treintena de participantes procedentes de 17 países, la mayoría de Europa.

La organización llevó a los competidores a una zona conocida como Las Galletas, en la que el miércoles se desarrollaron los entrenamientos y el jueves y el viernes tuvieron lugar las inmersiones: dos por día. Tras la toma de imágenes según el guión y la idea predefinida, llegaba el momento de la edición y el añadido de la música y de algún plano terrestre. "Ahora toca descansar un poco, porque fueron jornadas agotadoras para hacer un buen trabajo", aclara Candán.

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