El carballo de Santa Margarida pasará de nuevo por "quirófano"

El Concello espera el permiso de Patrimonio para apuntalar dos ramas del árbol centenario dañadas por ataques de hongos e insectos

El árbol centenario de Santa Margarida. DAVID FREIRE
photo_camera Estado que presentaba este sábado el árbol centenario de Santa Margarida, en la parroquia de Mourente. DAVID FREIRE

El carballo de Santa Margarida volverá a pasar por "quirófano". En esta ocasión, la operación consistirá en apuntalar dos ramas de este árbol centenario situado al lado de la iglesia de Mourente y cuya estabilidad está comprometida. El motivo es que ambas tienen problemas de conservación por los ataques de hongos e insectos y por las importantes pérdidas que han sufrido derivadas de roturas y daños anteriores. Corren el riesgo de caída.

Los trabajos los llevará a cabo el Concello de Pontevedra, que espera el permiso de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural para poder iniciar la actuación. El proyecto para alargar la vida del carballo centenario lo ha elaborado un ingeniero, que ha explorado el ejemplar para determinar el punto exacto para asegurar sus ramas.

Una de ellas crece hacia la carretera y la otra lo hace en dirección al centro de la ciudad. El sistema de apuntalamiento propuesto consiste en la colocación de un puntal de acero macizo articulado con una rótula en la base y articulado libre en la cabeza con un cojín de caucho. El esqueleto metálico se situará bajo la rama, que se envolverá con una cita para evitar la caída del puntal por la fuerza del viento. Estos puntales saldrán de varias zapatas instaladas en la zona sin que su encofrado afecte a las raíces del árbol.

El Gobierno local defiende que la intervención ·é respectuosa co carácter patrimonial da árbore e da súa contorna, por iso limita a posibilidade de deseñar unha estrutura que inclúa elementos aéreos·. Además, la cimentación no puede afectar a las raíces y la estructura elegida permite, según las mismas fuentes, respetar el movimiento natural del carballo y su crecimiento.

TRABAJOS PREVIOS. El ejemplar ha sufrido varias recaídas a lo largo de los últimos años. La más reciente se produjo el pasado 31 de julio tras perder una rama de 200 kilos que estaba seca. Entonces, el Concello activó un plan de emergencia que consistió en la apertura de huecos en el asfalto que rodea al árbol.

El objetivo de la obra, que contó con el visto bueno de la Xunta, era que las raíces del carballo respiren y evitar así daños futuros. Los agujeros se rellenaron con grava y arena para ayudar a mantener la humedad.

El ejemplar, que está incluido en el Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia, también fue sometido a una serie de tratamientos para mantenerlo con vida y mejorar sus condiciones. En agosto de este año se efectuó una poda de saneamiento y se procedió a sujetar las ramas más pesadas para evitar que pudieran caerse. Luego se efectuó un tratamiento biológico para mantener a raya a los insectos xilófagos, que son los que se alimentan de madera. Todo el proceso fue supervisado por la Estación Fitopatolóxida do Areeiro.

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