FORMACIÓN PROFESIONAL

El Carlos Oroza, en modo burbuja y con su restaurante cerrado al público

En el IES Montecelo la disposición de laboratorios y talleres impide adaptarlos a la nueva distancia establecida en el protocolo ►Además, los más de mil alumnos del CIFP A Xunqueira dificultan la organización de los horarios
Estudiantes del IES Montecelo guardando distancias. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Estudiantes del IES Montecelo guardando distancias. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La nueva normalidad cambiará radicalmente la dinámica de funcionamiento del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Carlos Oroza, hasta ahora conocido por su habitual interacción con la sociedad a través de su restaurante de prácticas, el Álvaro Cunqueiro, o por sus actividades relacionadas con el turismo que se desarrollaban en la propia ciudad.

A partir del próximo 16 de septiembre, la escuela de hostelería recibirá a su alumnado, aproximadamente 430 estudiantes de cuatro ciclos medios, dos superiores, tres de FP Dual (uno compartido con el IES Luís Seoane) y la FP básica, distribuidos en once grupos, que dedicarán el resto de mes a interiorizar "esta nova aprendizaxe, que é básica antes de meternos coa programación", explicó su director Manuel Hermo. La plantilla, de 49 docentes, parece ser suficiente para asumir la nueva organización del centro.

"Organizamos os espazos para cumplir co protocolo –que establece una distancia interpersonal de metro y medio–, escalonamos as entradas e saídas en catro grupos e tamén temos recreos diferenciados". De hecho, apunta, el aparcamiento de la entrada al centro se habilitó como patio al aire libre. También la huerta, además de como aula, se utilizará para los momentos de descanso.

"O máis importante é o cambio completo de dinámica do centro, xa que o protocolo nos condiciona toda a actividade" y prohibe la entrada de gente ajena al centro, lo que limitará el uso del restaurante a las prácticas entre los propios alumnos y docentes. Asimismo, "todas as actividades para a cidadanía –como rutas turísticas o degustaciones– non se van facer", lamentó Hermo.

De este modo, el centro se dedicará "única e exclusivamente" a la formación del estudiantado y el profesorado, en cuyo programa se abordarán los protocolos anticovid en la hostelería y las herramientas digitales. "O importante é a clase". Asimismo, todas las instalaciones se están acondicionando para recibir a la comunidad educativa, que se encontrará con medidas de seguridad e higiene.

GRUPOS MUY REDUCIDOS. Hermo explicó que el alumnado realizará las prácticas de cocina, servicios, panadería o turismo de igual modo, pero en "equipos de traballo reducidos e estables, facendo as prácticas entre eles", sin mezclar estudiantes de grupos distintos.

De este modo, el comedor no recibirá a comensales, invitados ni autoridades, pero sí a los propios alumnos y docentes que ejercerán de apoyo de sus compañeros. "Non será un grupo burbulla, pero si moi controlado" para vigilar los itinerarios entre vestuarios, cocina, pastelería o el restaurante.

Habrá un desdoble, en el ciclo e Aloxamento, pero se asumirá con la actual plantilla del centro.


El CIFP A Xunqueira, un galimatías con 32 ciclos y horario de mañana a la noche

Un estudiante del ciclo superior de Deseño e Amoblamento del CIFP A Xunqueira. RAFA FARIÑA (ADP)
Un estudiante del ciclo superior de Deseño e Amoblamento del CIFP A Xunqueira. RAFA FARIÑA (ADP)
 

El CIFP A Xunqueira completa la terna de institutos pontevedreses que imparten exclusivamente Formación Profesional. Imparte 32 ciclos ordinarios (medios y superiores), FP básica, dual, a distancia y de régimen de adultos de varias familias: electricidad, madera, servicios socioculturales y transporte y mantenimiento de vehículos. De este modo, suma más de mil alumnos –algunos no presenciales– y desarrolla su actividad entre las 8.30 y las 23.00 horas.

"Habería que organizar desdobres, pero é difícil con este horario", destaca la jefa de estudios, Alejandra López. La única solución, baraja, es acogerse a las instrucciones que en FP especifican que hasta el 20% del curso –el 33% en algún caso– se puede impartir estando el alumnado en su casa y se seguirá considerando presencial. Esa es una opción para garantizar la distancia de metro y medio entre estudiantes, así como los desdobles, lo que obligaría a aumentar la plantilla de más de 70 docentes, o la distribución de espacios, muchos de ellos talleres mecánicos o de carpintería.

CASO A CASO. "Enviamos á Xunta o informe coas distintas opcións que estudamos para adaptarnos ao protocolo, o que incluiría unha morea máis de docentes, pero aínda non temos resposta".

"O que máis nos preocupa é empezar con total seguridade", destaca López. De este modo, en el instituto han optado por analizar "curso por curso", porque "a casuística é versátil". Así, cada jefatura de departamento analiza sus propias espeficidades". "Estamos establecendo quendas, reformulando a programación".

Con un horario que abarca toda la jornada, se imparten clases de mañana, tarde y noche. Lo más fácil ya está solucionado, explica López en alusión a la señaléctica, el gel hidroalcohólico y el protocolo de desinfección.


Los desdobles, única forma en el IES Montecelo para atender a todo el alumnado

El director del IES Montecelo, Miguel Carballa, en un laboratorio con puestos deshabilitados. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
El director del IES Montecelo, Miguel Carballa, en un laboratorio con puestos deshabilitados. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
 

"Na maioría das aulas non podemos gardar o metro e medio de distancia", explica Miguel Carballa, director del IES Montecelo, un centro que este curso acogerá al menos a 350 estudiantes de tres ciclos medios (Farmacia, Impresión y Preimpresión), dos superiores (Desexo e Xestión y Anatomía Patolóxica) y cuatro de FP básica (Artes Gráficas, Mantenimiento de vehículos, Peiteado e estética y Xardinería). Son estudios que, más allá de desarrollarse en un aula convencional, lo hacen en talleres y laboratorios que cuentan con maquinaria o aparataje y que no pueden adaptarse para poder mantener la separación exigida en el protocolo. De este modo, la solución pasa por desdoblar once de los 18 grupos ("se temos 22 postos nos microscopios só poderán entrar doce alumnos"), apunta Carballa, y ampliar el horario del centro hasta las 22.00 horas. "E suporía sumar 23 docentes máis" a la actual plantilla, de 39.

Caso similar ocurre en el aula de Informática, con cableado fijo y solo 75 centímetros entre cada ordenador. "Os 24 postos quedan en doce". En aulas comunes caben 15 o 16 y, "aínda que as rateos son baixas, as instalacións non están pensadas para isto. E non sabemos se teremos mamparas".

Estas especifidades provocan que soluciones factibles en otros centros, como acondicionar salones de actos no tengan lugar. "Non se pode mover a maquinaria de Anatomía patolóxica, non podemos intercambiar os sitios".

Así, a la espera de hallar una solución definitiva, el centro cierra otros flecos de la organización, como la entrada por distintas puertas, hasta seis, en distintos horarios escalonados, señalización por los pasillos o recreos diferenciados para evitar cruces de grupos -y, si llueve, en el aula-. El curso ya ha empezado para los docentes con formación en el aula virtual a través del CFR.

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