El carro de la compra, sin frenos

El encarecimiento de la luz y los combustibles han disparado el precio de la cesta doméstica y las familias ya lo notan ►El coste de la electricidad y la demanda de bono social, principales reclamaciones que llegan a las oficinas de Consumo
Javi Foto para ilustrar reportaje sobre subida de precios da cesta da compra. Sin hora
photo_camera Carro de la compra en un supermercado de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

En febrero del año 2019, un pontevedrés pagaba por un kilo de pan 2,43 euros y podía llenar el depósito de gasolina de 40 litros por 55 euros (1,316 euros/litro). Alquilar un piso de dos habitaciones le costaba alrededor de 500 euros y completar la cesta de la compra suponía 293 euros de media al mes. Año y medio y una pandemia más tarde, el pan ha experimentado una subida casi del 1%, llenar el depósito de combustible es diez euros más caro que hace un año y 1,6 más que hace dos, en prepandemia. Y en cuanto a los alquileres, estos han subido en la provincia un 8% desde el inicio de la crisis sanitaria. Según el portal idealista, los inquilinos lo notarán una media de 27 euros más cada mes.

El incremento del precio de la luz y de los combustibles, unido a la crisis de las materias primas, ha disparado el carro de la compra, que al menos es ya un 1,7% más caro que antes del inicio de la crisis de coronavirus, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y sigue cogiendo velocidad. La vida se ha encarecido y el auge de los precios aún no ha parado.

El pasado mes de agosto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) denunciaba que las subidas del precio de la energía estaban empezando a afectar también a la producción y el transporte de productos de alimentación, y que el incremento se empezaba a hacer visible en la cesta de la compra. 

Así, desde enero a agosto de 2021, solo el IPC de los alimentos y bebidas no alcohólicas se incrementó un 1,5%. Según el INE, en lo que va de año, las partidas que más han subido son los aceites y las grasas (20 %), el agua mineral, los refrescos y los zumos (7,1 %), la fruta fresca (5 %), los huevos (3,5 %) y la carne de ave (3 %).

 En la otra cara de la moneda, entre los pocos alimentos que bajaron sus precios destacan las legumbres y hortalizas frescas, que cayeron un 1,3% y el pescado, fresco y congelado (-1,2%). 

Para el Banco de España, la subida de los precios de la electricidad en el mercado mayorista, que registra máximos históricos, es lo que explica cerca de una tercera parte del aumento de la tasa interanual del índice armonizado de precios de consumo en España entre diciembre de 2020 y junio de 2021, mientras que su contribución a la inflación general de las principales economías del área del euro habría sido muy inferior.

"NO LE LLEGA". ¿Y en qué se traduce este encarecimiento de los productos y servicios? Pues que cada vez son más los consumidores que dicen que llegan con más dificultad a fin de mes.

Reclamaciones por el recibo de la luz y solicitudes de bono social son algunas de las demandas más frecuentes que recoge la Asociación de Amas de Casa y Consumidores Rías Baixas desde el inicio de la pandemia. «Muchas personas que acuden a nosotros son pensionistas que vienen a ver si pueden mejorar de alguna manera su prestación o a que les ayudemos a reclamar sus recibos», manifestó la presidenta del colectivo pontevedrés y abogada, Rosa Vales. «Lo que nos dicen es que no les llega». Sobre todo preocupan las familias más vulnerables, y especialmente ahora que se acerca el frío. «La gente está preocupada porque se acerca el invierno y la bajada de temperaturas, y temen el momento de encender la calefacción», añadió la representante de los consumidores de Rías Baixas. «La subida de la cesta de la compra no genera reclamaciones en sí, pero la gente sí lo nota y viene buscando opciones para mejorar sus prestaciones», manifestó Vales.

Estas subidas no han afectado por igual a todas las regiones. Se da la circunstancia de que Galicia es la comunidad autónoma (tras la ciudad autónoma de Melilla con un 2,6%) donde más se han incrementado los precios con un 2,3%. Le siguen Cantabria (2,1%) y Navarra (2,0%), mientras que en el otro lado de la balanza se sitúan Canarias (0,6%) y La Rioja (0,9%), donde el aumento de los precios se ha sentido menos.

SUPERMERCADOS. Pero, ¿qué dicen a respecto las grandes cadenas de alimentación? ¿Cómo se comporta ese encarecimiento en las empresas de distribución? La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, respecto a la evolución del IPC, considera fundamental observar la tendencia en lo que va de año. Así, analizando los datos del INE, el grupo de los alimentos y bebidas no alcohólicas (que pesan un 23,6% en la composición de la cesta del IPC) han subido un 1,1% de media en 2021 hasta julio, lo que supone la mitad que en el mismo periodo de 2020 (2,5%), según el INE.

«El sector de la distribución es enormemente competitivo», indican fuentes de Anged. «Las variaciones que estamos viendo en algunos imputs de las empresas, como el coste de la electricidad, los combustibles o subidas de impuestos, entre otros, son compensados con medidas para mejorar la eficiencia, el ahorro y la competitividad», añaden· desde esta asociación que aglutina entre otros, a grandes cadenas de alimentación como Carrefour o Eroski. 

Por otra parte, tal y como explican desde el colectivo de grandes cadenas de alimentación, la inversión en eficiencia energética dentro de los establecimientos comerciales y centros de trabajo ha permitido reducir cerca de un 30% el consumo en la última década. «En las operaciones logísticas también se ha optimizado todo el modelo, para lograr reducción de CO2 de hasta el 20%, con el consiguiente ahorro en combustible. Esas mejoras de la eficiencia, que se extienden a más ámbitos, es lo que garantiza una oferta comercial competitiva», subrayan. 

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