Los cárteles querían crear un gran almacén de coca antes de los cierres de las fronteras

Fiscales de España, Portugal y 16 países de Latinoamérica concluyen que las organizaciones criminales intentaron introducir por Galicia miles de kilos de droga en poco tiempo en previsión de la que se les venía encima 
photo_camera Los tres máximos represenantes antidroga del CNP, junto a los 4.500 kilos de cocaína del Karar. DP

Las reuniones de la red iberoamericana de fiscales Antidroga han puesto el foco en la escalada de alijos de cocaína interceptados en dirección a las costas pontevedresas en el marco de la pandemia. Tras analizar todos los puntos de vista, y siempre con la precaución de valorar un negocio vivo que cambia casi cada hora, los especialistas concluyen que los grandes cárteles colombianos realizaron una tentativa de introducir alijos extraordinarios recurriendo a su sistema más tradicional, el de las costas gallegas, con un objetivo: crear un gran almacén que pudiese abastecer de cocaína al Viejo Continente en previsión del cierre de los mercados que a la postre se produjo.

Las grandes organizaciones criminales no dispondrían de muchos de sus canales para el transporte de las sustancias (especialmente portacontenedores y aviones comerciales) durante semanas, y pensaron que las Rías Baixas podría ser la tabla de salvación de sus lucrativos negocios en tiempos oscuros, también para ellos. Ignacio de Lucas, fiscal Antidroga de la Audiencia Nacional y coordinador de la Red Iberoamericana de Fiscalías Antidroga, explicó a este periódico que "hemos tenido una intensificación por parte de los grupos dedicados al crimen organizado recientemente, y coincidiendo con la situación de pandemia, a partir de marzo. Hemos visto intentos de introducción de cargas importantes, aprovechando el inicio de la crisis para almacenar la droga en España en previsión de lo que podría suceder. Esa es la sensación. La dinámica de las organizaciones criminales y del narcotráfico es la sucesión de intentos de introducción de estupefacientes adaptándose a las dinámicas y a los diferentes escenarios. Que en este momento se hayan detectado operaciones de estas dimensiones solo me sorprende hasta cierto punto. No conozco todos los detalles de cada una de ellas, pero pienso que no es más que una adaptación al mercado por parte de las organizaciones. Pensamos que han sido grandes operaciones en un momento puntual ante la sensación de que iba a pasar lo que está pasando, un mayor control del tráfico de mercancías en general. Ante la posibilidad de que hubiese una reducción a nivel global de las múltiples vías que les permiten introducir drogas de forma secuencial, pensaron en introducir cantidades masivas".

"Hemos visto métodos muy ingeniosos en este período, también la venta a través de internet"

Las organizaciones dedicadas al narcotráfico que trazaron esa estrategia no calcularon bien la capacidad operativa de las Fuerzas de Seguridad españolas. Tampoco pensaron en un segundo problema que sigue muy presente: la dificultad para mover las mercancías de un lado a otro, dadas las restricciones a la movilidad. Sobre ello, el fiscal de la AN piensa que "se encuentran con un segundo problema, que es la distribución. Cada eslabón de esta cadena comercial tiene sus propios problemas. La producción en los países de origen no se puede mover con facilidad, el tráfico, el transporte, se enfrenta a controles que inequívocamente se van a producir, y por último la distribución, con dificultades para articular mecanismos para la venta de la droga". Para buscar soluciones, los narcotraficantes han apostado por reforzar vías que ya utilizaban, pero tal vez no con tanta frecuencia. "Hemos visto los métodos más ingeniosos en este período, también a través de Internet, un mercado que probablemente ha ido al alza".

Para efectuar valoraciones acerca de la situación, la Red de Fiscales comparte sus novedades casi a diario. "Los compañeros de Latinoamérica, de Colombia, y de otros puntos, cada uno aportamos puntos de vista. Representantes de 16 fiscalías iberoamericanas aportaron sus opiniones al respecto con el riesgo que tenemos, porque no estamos ante un fenómeno pasado, sino que estamos a lomos del caballo", opina de Lucas.

"Hay una infraestructura criminal que permite introducir la droga, almacenarla y después transportarla"

En Galicia se ha hablado en varias ocasiones de la necesidad de crear órganos judiciales especializados para combatir el narcotráfico. El fiscal de la AN no lo tiene claro. "Sí sé que funciona la especialización. Tenemos a la Fiscalía Antidroga como un avance que resulta determinante, así como las policías, y disponemos de la Audiencia Nacional como un órgano especializado en la materia. No conozco experiencias de juzgados especializados en países latinoamericanos. Creo que sí se han hecho intentos de Cortes de Drogas en Estados Unidos y en México, pero más orientadas a drogodependientes que a la delincuencia profesional de la que hablamos aquí. No conozco experiencias en ese sentido, no sé cómo funcionaría ni hasta qué punto podría ser una solución para paliar carencias. Pero la Justicia necesita más medios, sin ninguna duda".

Como elementos a reforzar para combatir al narcotráfico, De Lucas apuesta por tres ejes: la investigación, la institucionalización y la vertiente internacional. Sobre el primero, opina que las unidades especializadas tienen que contar con herramientas realmente eficaces "y no de laboratorio"; sobre el segundo, expresa que las unidades policiales que investigan deben disponer de medios "acorde con la envergadura de las operaciones que llevan a cabo. Hay que fortal​ecer estas unidades"; sobre el tercer eje, el fiscal señala como "imprescindible" recurrir a la cooperación internacional. "En el 90 por ciento de los casos es necesario hablar con colegas de otros países, compartir información. En otros países los fiscales y los policías llevan investigaciones que indudablemente están conectadas con las nuestras. Plataformas como nuestra red son imprescindibles".

"Hay que dotar a las unidades especializadas de medios acordes con la envergadura de las investigaciones"

Por último, y a la pregunta de por qué grandes mafias internacionales eligen España como destino, De Lucas expone que "no hay una sola razón, sino muchas. España es un buen lugar para vivir, y la calidad de vida es un atractivo. También es un buen lugar para hacer negocios. Es innegable la entrada de estupefacientes, tanto por el Sur como por los puertos y a través de Galicia. Hay instalada una infraestructura criminal que permite introducir la droga, almacenarla y transportarla. Hay negocio para los empresarios que se dedican a la cocaína o al hachís, lo dicen los números de aprehensiones. Por último, probablemente sea también un buen lugar para tratar de invertir dinero y ocultar el producto de la venta de las sustancias estupefacientes".

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