El control de la pandemia, la previsión de un endurecimiento en las condiciones hipotecarias y la creciente inversión en bienes inmobiliarios han provocado que la provincia de Pontevedra cerrase el primer trimestre del año con 1.857 compraventas de viviendas, el mejor dato (entre enero y marzo) desde 2018.
El volumen de operaciones supera en un 23% los números del primer trimestre de 2021 y en un 26% los del 2020, cuando el coronavirus hizo acto de presencia en el territorio peninsular.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística (Ine) precisan que del total de compraventas, el 79% fueron de viviendas usadas, un porcentaje que no ha parado de crecer desde el estallido de la burbuja inmobiliaria por el bloqueo de la obra nueva (que se mantuvo durante casi una década) y el coste de la propiedad (más barata cuando se trata de una de segunda mano).
El 21% restante fueron casas y pisos a estrenar, cuyo stock empezó a crecer antes de la pandemia y que está previsto que aumente en los próximos años. Solo en el municipio de Pontevedra están proyectadas 600 nuevas viviendas que, superado el pulso del covid, ahora encaran dos nuevos obstáculos: la crisis de materiales, que ha elevado el valor de la construcción en un promedio del 25%, y el déficit de mano de obra, que impide avanzar los trabajos al ritmo que reclama la demanda.
Otro dato reseñable es que la inmensa mayoría de las viviendas vendidas en el primer trimestre (1.791) fueron de libre comercialización y solo 66 de régimen protegido.
Además, cabe destacar el bum de las herencias, que acaban de marcar su mejor registro desde el año 2007 (último dato disponible en la actual serie histórica del INE). Según las estadísticas oficiales, en la provincia de Pontevedra se formalizaron entre enero y marzo 700 herencias de viviendas, 113 más que el año anterior.
CRECEN LAS INMOBILIARIAS. La escalada de las transacciones de bienes inmuebles ha ido acompasada de un fuerte crecimiento en el sector de las inmobiliarias de Pontevedra, donde casi una de cada diez sociedades mercantiles constituidas en el primer trimestre de este año fueron empresas dedicadas a la venta y alquiler de inmuebles.
Concretamente, de acuerdo con los datos de explotación del Registro Mercantil, en los tres primeros meses de 2022 se crearon en las Rías Baixas 36 inmobiliarias nuevas (diez en enero, nueve en febrero y 17 en marzo), unas cifras que no se veían desde antes de la crisis del sector del ladrillo.
