El censo de perros de razas consideradas potencialmente peligrosas (los denominados PPP) ha aumentado de forma notable en los últimos años. En el caso del concello capitalino, a 31 de diciembre había 757 contabilizados en el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía que gestiona la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta, lo que supone que la cifra creció un 19% en los últimos dos años (a 31 de diciembre de 2021 había 696 dados de alta y en la misma fecha de 2020 eran 636).
De hecho, casi uno de cada 20 canes registrados en el municipio pontevedrés (uno de cada 22) es de una de estas razas consideradas peligrosas.
¿Cuáles son las razas?
Según los datos de la Consellería, los más numerosos son los American Pit Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Doberman, Dogo argentino, Dogo de Burdeos, Fila brasileiro, Presa Canario y Staffordshire bull terrier.
Este crecimiento del censo de PPP no es aislado, sino que se produce en un contexto en el que el número global de perros de todas las razas también se ha disparado en la Boa Vila. El año 2022 se cerró con 16.911 inscritos en el registro de animales de compañía, lo que supone una cifra un 10% mayor a la contabilizada hace un año y medio. Pero no solo los perros. Los pontevedreses también tienen cada vez más gatos y otro tipo de mascotas. De acuerdo con los datos aportados por Medio Ambiente, a 31 de diciembre había en el municipio 18.257 mascotas dadas de alta, de las que 1.093 son gatos y 210 aves (loros, cacatúas, periquitos, guacamayos, ectétera).
También van ganando presencia otras especies como hurones (en la capital hay censados 13) y otro tipo de animales como reptiles, conejos y más.
Los cambios de la nueva ley de bienestar animal
La normativa e incluso la propia denominación de las razas de perros potencialmente peligrosos será modificada con la entrada en vigor de la ley de protección, derechos y bienestar de los animales, que está en tramitación en el Congreso.
La calificación PPP acompaña a los canes de determinadas razas desde 1999 en base a Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos, que define que los perros de unas razas concretas deben ser considerados potencialmente peligrosos por características como su físico y potencia de mordida, principalmente.
Las familias que conviven con PPP debían (deben, todavía) pasearlos siempre con una correa de un metro como máximo y bozal y tienen totalmente prohibido soltarlos en espacios públicos, además de obtener una licencia administrativa y contratar un seguro de responsabilidad civil.
PERRO DE MANEJO ESPECIAL Ahora, la nueva ley de bienestar animal plantea modificar en profundidad la de 1999. De este modo, los perros no serán considerados potencialmente peligrosos por su raza, sino que se tendrá en cuenta cómo es cada animal. Serán calificados como PME (perro de manejo especial) los que no superen un estudio de sociabilidad individualizado, independientemente de la raza. La nueva ley también plantea universalizar algunas medidas para cualquier perro, siendo el seguro de responsabilidad civil obligatorio para todos.
Además, la licencia administrativa, cuando sea necesaria, no cambia, siendo necesario ser mayor de edad, no estar incapacitado para el cuidado del animal y obtener un certificado de aptitud psicológica y un seguro de responsabilidad civil para tramitarla.