La provincia de Pontevedra concentra el 36,6% de todas las ofertas de empleo lanzadas en Galicia. Así lo señala el informe Infoempleo Adecco, que analizó en toda España más de un millón de vacantes y más de 300.000 ofertas publicadas el año pasado e incluyó encuestas a más de 9.000 empresas y candidatos.
De acuerdo con este estudio, la proporción de puestos de trabajo ofertados en territorio pontevedrés experimentó un repunte de más de dos puntos con respecto al ejercicio anterior.
Aunque pueda parecer que ese incremento se debe al descenso generalizado de la tasa de paro, lo cierto es que la subida de Pontevedra contrasta con las bajadas registradas tanto en Ourense como en Lugo. La provincia lucense, que en 2016 había aglutinado el 14% de las ofertas de empleo de toda la comunidad, el último año solo representó un 9,67% del total. La ourensana pasó del 9,29% al 7,40%.
Galicia aporta el 3,5% de las ofertas de trabajo al conjunto nacional y se mantiene como séptima del ránking español
En el otro lado de la balanza está A Coruña, que en 2016 había concentrado el 42,1% de todas las ofertas de trabajo publicadas en Galicia y al año siguiente incrementó esa cifra hasta el 46,32%.
Esa concentración de los puestos de trabajo en torno a las dos provincias atlánticas no es nueva, sino que la tendencia se mantiene desde hace muchos años, de forma que, de cada diez vacantes laborales que las empresas buscan cubrir en todo el territorio autonómico, ocho se concentran en tierras coruñesas y pontevedresas. No es extraño, teniendo en cuenta que ambas representan el eje más industrializado de Galicia, suman a la mayor parte de la población, concentran el grueso del sector turístico y hostelero y poseen focos de actividad económica y laboral tales como los puertos de Vigo, Marín, Vilagarcía, A Coruña, Ferrol y Ribeira (entre otros) y los astilleros y también cuentan con empresas tan potentes como Inditex, Citroën, Finsa, Nestlé, Cortizo, San José, etcétera.
EL CASO DE GALICIA. Pero, ¿qué sucede en el conjunto de Galicia? El informe de Adecco concluye que la comunidad aporta el 3,5% de las ofertas de empleo al conjunto nacional, lo que supone 0,57 puntos menos que un año atrás. Pese al descenso, la gallega se mantiene como la séptima comunidad con mayor oferta de puestos de trabajo de España.
Los puestos más solicitados son comercial, dependiente, asesor, operario, técnico de mantenimiento y profesor
Eso sí, el denominado Índice de Especialización Regional sitúa a Galicia entre las ocho autonomías con una puntuación más alta (+0,07), es decir, su especialización sectorial es elevada y las vacantes que publican las empresas se concentran en pocos sectores económicos.
Estos son principalmente la hostelería y el turismo, hasta el punto de que dichos campos aglutinan el 10,6% de todas las ofertas de trabajo que salen en territorio gallego y la mayor parte de ellas se localizan en las Rías Baixas. Le sigue el comercio minorista, que concentra el 10,5% y los siguientes del ranking son el sector servicios (7,6%), el de alimentación, bebidas y tabaco (6,3%) y el de la industria (4,9%).
Por áreas funcionales, la comercial continúa liderando la oferta de empleo, aunque cae notablemente (del 47,6% al 40,1% actual). A continuación están la ingeniería y producción (17,1%) y, por detrás de ellas, las de compras, logística y transporte (12,6%) y las de tecnología, informática y telecomunicaciones (9,5%).
No obstante, ¿coincide la oferta existente con lo que buscan los demandantes de empleo? Según el informe Infoempleo Adecco, los puestos de trabajo más solicitados son: comercial (7%), dependiente (3,3%), asesor/promotor (2,3%), operario (2%), técnico de mantenimiento (1,9%) y profesor (1,8%).
Los profesionales con mayor trayectoria profesional, es decir, los mayores de 46 años, vuelven a ser los más perjudicados en la distribución de la oferta de empleos, quedándose solo en el 2,21% del total, según la misma fuente.
Los menores de 26 años constituyen otro de los colectivos que lo tiene más difícil a la hora de conseguir un puesto, aunque su evolución durante los últimos años ha sido muy positiva, pasando de recibir el 8,1% de las ofertas en 2015 al 9,9% en 2016 y llegando a superar la barrera del 10% en el último ejercicio.
Con todo, la precariedad laboral es uno de los grandes lastres a los que se enfrentan, sobre todo, los más jóvenes.