El atractivo urbanístico del edificio que el Casino Mercantil e Industrial posee en pleno centro histórico despertó el interés de varios compradores, nada más trascender que la entidad ponía el inmueble en el mercado. Sin embargo, casi todas esas propuestas estaban por debajo de la cantidad que la actual Junta Directiva aspira a conseguir con la operación: no menos de 3,2 millones de euros.
Pero no todo es pesimismo en las oficinas de Curros Enríquez, puesto que hace unas semanas llegó una oferta que colmaba las aspiraciones económicas de la entidad. El comprador, por su parte, estaba encantado con el edificio pues encajaba a la perfección en sus planes de expansión en Pontevedra y su entorno.
La operación, por tanto, estaba totalmente encauzada y pendiente tan solo de unos flecos previos a una firma que, en los últimos días, ha sufrido un pequeño revés debido a unos problemas de burocracia.
En cualquier caso, desde la entidad pontevedresa no se teme porque el acuerdo llegue finalmente a buen puerto en un plazo relativamente corto de tiempo, aunque mientras no se cierre de forma oficial, el Mercantil sigue abierto a escuchar cualquier oferta que se ajuste a sus deseos.
El nuevo presidente, Roberto Vega, había manifestado en una entrevista en este periódico a finales del pasado año que "confío en que esté todo arreglado en meses, desde luego, antes del verano que viene".
La intención de la directiva es aprovechar esa liquidez para llevar adelante una profunda remodelación en el Parque de Mourente, además de localizar una sede alternativa en la ciudad para mantener la actividad social.
"El principal objetivo es instalar en el actual pabellón de Mourente cuatro pistas de pádel y dejar una multiusos, para balonmano, fútbol sala, baloncesto, etc. La idea es abrir el abanico deportivo, porque hasta ahora solo hay tenis. También queremos montar un campo de fútbol, porque hay espacio de sobra. E incluso podremos organizar un equipo", anunció Vega.
