El caso del menor que lleva dos años de espera para operarse los pies acaba en el Valedor

Los progenitores acusan al Sergas de denegar la derivación del joven al Hospital Teresa Herrera de A Coruña con argumentos falsos
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photo_camera Silvia e o seu fillo nunha zoa verde de Valdecorvos. J. CERVERA

Los padres de Marcos Fontán, el pontevedrés de diez años que lleva los últimos dos esperando una operación de pies y que ya camina sobre los tobillos a causa de la demora, han terminado denunciando el caso ante la Valedora do Pobo.

La decisión fue adoptada una vez que el Sergas se pronunció el pasado mes de febrero, desestimando la derivación del joven al Hospital Teresa Herrera de A Coruña que pedía la familia. El Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés alegó que el menor no cumple los requisitos para ser remitido al centro herculino y que sus progenitores, además de aplazar la operación en Pontevedra más de un año, rechazaron la última citación para operar al menor en Montecelo con la idea de derivarlo a un "centro privado" de A Coruña.

El servicio de Admisión indicó entonces a los padres de Marcos que discrepaba de la sensación de dejadez que habían denunciado y que el niño quedaba "excluido definitivamente" de la lista de espera del CHUP.

Reacción. La noticia cayó como un jarro de agua fría en el seno familiar pues, según asevera la madre, Silvia Muñiz, la desestimación del traslado se apoya en afirmaciones falsas. Así, asegura que "jamás" solicitó aplazar la intervención un año y que únicamente en junio de 2020 acordó con el complejo retrasar la operación hasta septiembre "para que Marcos no estuviera el verano con la escayola".

La progenitora añade que el propio 1 de septiembre el joven realizó las pruebas pertinentes para el preoperatorio, pero que en los siguientes 16 meses no volvió a tener noticias sobre la intervención "ni le hicieron una sola radiografía", pese a las reclamaciones que cursó en el CHUP.

Precisamente esta falta de avances fue la que llevó a la unidad familiar a pedir la opinión de un segundo traumatólogo, que tiene consulta privada en A Coruña y trabaja en el CHUAC. Dicho especialista confirmó que el joven había empeorado tras dos años en lista de espera y que, además, cumplía sobradamente los requisitos para ser remitido al complejo coruñés.

El joven, que presenta una discapacidad reconocida del 68%, tiene una neuropatía causada por una mutación genética que, aparte de ser compatible con los criterios de remisión, le ocasiona retraso intelectual, epilepsia, retraso psicomotor, trastorno del lenguaje y la mencionada malformación en los pies que se pretende solucionar en quirófano.

La familia reitera que "en ningún momento" solicitó la derivación a un centro privado y subraya que el propio traumatólogo que consultaron solicitó la derivación para operar al niño y, además, hacerlo en una sola intervención (en lugar de operar un pie de cada vez como propuso el complejo pontevedrés).

Todas estas circunstancias fueron plasmadas en las alegaciones enviadas al Área Sanitaria y al Sergas, así como en el escrito remitido a la Valedora do Pobo, María Dolores Fernández Galiño, que aún no se ha pronunciado sobre el caso.

Solución: empadronarse en A Coruña o demanda judicial
Profesionales del Sergas indicaron a la familia que la única forma de conseguir la derivación al Teresa Herrera es forzando la remisión por la vía judicial o solicitando el empadronamiento del menor en la casa de un familiar o conocido residente en A Coruña. Dos supuestos que, por el momento, descarta el núcleo familiar.

Fuentes sanitarias puntualizan que, al margen de lo que señalara Admisión, el joven permanece en lista de espera y que su familia "solo tiene que decidir" donde se opera: "Si es en Pontevedra lo programamos y si quiere ir a A Coruña, la única forma es empadronándose".

Añaden que la situación clínica no cambió desde 2017 y que los padres firmaron en dos ocasiones el consentimiento para llevar a cabo la operación en el CHUP.

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