A la 'caza' de la mejor tapa

Los hosteleros de Pontevedra lo tienen claro: "las raciones de tortilla y calamares son las más deseadas de este verano"
Varios comensales disfrutando de las tapas en el casco histórico de Pontevedra. BEATRIZ ÍSCAR
photo_camera Varios comensales disfrutando de las tapas en el casco histórico de Pontevedra.

POCAS COSAS hay mejores que unas tapas en la terraza de algún bar, acompañadas de un par de cañas, y en una cálida noche de verano o, sino, que se lo pregunten a las decenas de pontevedreses y pontevedresas que estos días llenan los establecimientos de la Boa Vila para degustar tales manjares. Después del duro golpe que el coronavirus propinó a los negocios locales, el futuro vuelve a brillar para los hosteleros locales, quienes coinciden en calificar a la tortilla y a los calamares como "los auténticos reyes del verano".

Un paseo por el casco histórico de Pontevedra es suficiente para descubrir los tesoros gastronómicos del verano. En las terrazas abundan las tapas y, entre ellas, "el producto gallego es el más frecuente", cuenta Maribel Portela, a cargo del Hotel Rúas, uno de los establecimientos más concurridos de la Plaza de la Verdura. En el mismo emplazamiento, María Cal, de Tapería Os Carballos, explica que la tortilla, los calamares, el pulpo y los pimientos de Padrón son "el combo estrella del verano". En cuanto la clientela, María confiesa haber notado un cierto descenso, "condicionado, sobre todo, por las restricciones en el número de comensales que marca el protocolo sanitario", pero no deja de mostrarse optimista, "las mesas se llenan y, aunque no venga tanto turista extranjero, los gallegos se están volcando en ayudar con sus consumiciones a la hostelería local". Cerca de allí, en la Rúa Alta, Javier Fernández, responsable del Bar El Pitillo, añade a esta lista de irresistibles "las zamburiñas"; pues, junto al pulpo, son la debilidad de los turistas.

María Cal: "La tortilla, los calamares, la empanada gallega, el pulpo y los pimientos de Padrón son el combo estrella del verano"

La Plaza de la Leña es otro de los puntos estrella en la ruta de tapeo pontevedresa. Allí, Loaira Tapería ofrece a sus clientes raciones de pescado fresco, "recién comprado en el Mercado de Abastos", indica Javier Coya. "La demanda cambia en función del producto que esté de temporada", explica

Coya, "en verano el bonito, las navajas y las zamburiñas son los más solicitados".

La de la Leña, enfrente del museo, es una de las plazas más concurridas por los caminantes de la Ruta Xacobea que, este año, y con motivo de la pandemia, ha perdido gran parte de su anterior afluencia. "Se nota la reducción de clientes que venían a hacer el Camino de Santiago. Eran, en gran medida, turistas extranjeros con mayor poder adquisitivo, que dejaban ingresos que ahora no tenemos", explica Coya.

Raquel López: "Para acompañar las tapas se piden bebidas refrescantes como el tinto de verano o la sangría, y de postre granizados"

Otro de los establecimientos históricos de la ciudad es el Café-Bar Carabela. Raquel López, trabajadora del local, resalta, además de las tapas, "el tinto de verano" y "la sangría", como "las bebidas de acompañamiento preferidas de esta temporada". Y es que, ¿quién puede resistirse a una bebida fría para combatir el sofocante calor?

INNOVACIÓN. Lo tradicional convive en Pontevedra con la cocina de vanguardia. Como ejemplo, el restaurante Ultramar de Pepe Vieira, situado en la Rúa Padre Amoedo, frente al Sexto Edifico del Museo. Noa Diz, trabajadora del local, habla de los "calamares fritos en pan de leña" como "el irresistible" del verano, aunque, también, "las empanadillas crujientes de ternera gallega tienen un gran éxito".

En el número de comensales confiesa haber notado "un repunte" a partir de julio. "Parece que poco a poco vamos recuperando el ritmo. Se ven más turistas de fuera, madrileños, belgas, franceses...", comenta. Las restricciones de aforo derivadas de la pandemia sólo afectaron al Ultramar de Pepe Vieira en el interior del establecimiento, donde el cupo de comensales se redujo prácticamente al 50%. "En el salón interior hemos sido bastante cautelosos, por nuestra seguridad y la de nuestros clientes, pero la verdad es que en la terraza hemos podido mantener toda la clientela, ya que separamos más las mesas incrementando el espacio" explica Noa.

PRECIOS.La tónica general en la hostelería ha sido no modificar los precios de las cartas. La ración de tortilla ronda los tres euros y medio, los calamares se sitúan en los siete euros con cincuenta céntimos, los pimientos se fijan en los cuatro euros y medio y el pulpo se sitúa en los catorce.

En los establecimientos con tapas más innovadoras, como en Loira Tapería, las raciones de pescado fresco oscilan entre los nueve y los quince euros y en Ultramar de Pepe Vieira el bocadillo de calamares se fija en nueve euros con ochenta céntimos, mientras que la empanadillas tienen un precio de catorce euros.

El único establecimiento que tras la cuarentena no sólo no ha subido, sino que, además, ha bajado el precio de sus productos ha sido El Carabela. Desde el local explican que estas medida se tomó "para tratar de reactivar el negocio".

NUEVA NORMALIDAD. Son muchas las medidas que desde los locales de hostelería se han tenido que adoptar para adecuarse a los protocolos higiénico-sanitarios que exigen la "nueva normalidad". El más reseñable, la drástica reducción en el número de comensales que, sobre todo, en el interior de los establecimientos se ha hecho notar con una bajada en los ingresos de hasta el 50% . En la tapería La Estafeta, su propietario, Edén Abal, cuenta que ha llegado a «reformar por completo» el interior del establecimiento. "Hubo que ganar más espacio eliminando una barra central y, así, poder poner alguna mesa más, siempre manteniendo la distancia", explicó.

Otra de la novedades que se suma a la era post-covid es la carta en forma de código QR. El papel da paso a la tecnología para que los clientes, con solo un escaneo, puedan tener acceso en su teléfonos móviles a los menús completamente digitalizados. Los QR son impresos y colocados, como se hacía antes con las cartas, mesa a mesa, pero con la ventaja de que ya no se hace necesario tocar.

El ranking de tapeo pontevedrés

En el número uno del ‘ranking’ de las tapas más pedidas en los locales de hostelería de A Boa Vila figura, por elección popular, la tortilla de patatas. Y es que aunque este plato no es uno de los más tradicionales de la cocina gallega, parece ser que en Pontevedra se posee la receta para hacerla irresistible.

En los siguientes puestos del ‘ranking’ el mar ocupa un papel fundamental. La segunda tapa más deseada del verano es la de calamares, o la de chipirones rebozados. Estas raciones hacen por igual las delicias de los comensales.

En el tercer escalón de la clasificación aparece el pulpo. Un imprescindible para cualquier turistas que desee descubrir la gastronomía gallega.

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