Los cementerios recobran la vida

Los cinco camposantos municipales recibieron a sus primeros visitantes tras permanecer cerrados durante casi dos meses por el decreto del estado de alarma
Una de las visitantes que acudieron este miércoles a San Mauro. GONZALO GARCÍA
photo_camera Una de las visitantes que acudieron este miércoles a San Mauro. GONZALO GARCÍA

"Os mortos volven estar contentos porque xa teñen quen os visite". Francisco Abuín, uno de los cinco sepultureros que atienden los cinco cementerios municipales (San Mauro, Bora, Ponte Sampaio, Lourizán y Campañó) reflexionaba el miércoles de esta forma, en el primer día en el que los camposantos recobraron la vida tras permanecer cerrados a las visitas como medida para frenar la propagación del coronavirus.

"A xente está aprendendo para que sirven os cemiterios: para vir os de un e encher a necesidade emocional que temos de acercarnos aos nosos defuntos", subraya el operario municipal en una jornada en las que las visitas a la necrópolis de San Mauro estrenaban un horario reducido en la fase 0 de la desescalada del estado de alarma: de 9.00 a 11.00 y de 17.00 19.00 horas, con personas que rezaron ante las tumbas de sus familiares y seres queridos y efectuaron la limpieza de sus panteones.

El Concello reabrirá este jueves los camposantos de Campañó, Bora, Ponte Sampaio y Lourizán para facilitar las visitas en el horario habitual. Se podrá acceder a ellos los martes, jueves y fines de semana.

"A xente que vai aos cemiterios é a máis intelixente porque é consciente de que é mortal e que todos os días temos que darlle as grazas aos nosos pais pola vida. A visita ao cemiterio nos dignifica como seres humanos", subraya Francisco Abuín.

Dos mujeres limpiando un panteón. GONZALO GARCÍA

Celia Serrano, administradora de los cementerios municipales, recuerda que a pesar de que estos camposantos permanecieron cerrados al público desde hace casi dos meses (igual que el resto de las dependencias que dependen del Concello), la actividad se limitó a la realización de los entierros con la asistencia de un número reducido de personas (solo tres), "como está contemplado en la normativa dictada por el Gobierno". A partir del próximo lunes, con el inicio de la fase 1 de la desescalada, podrán asistir hasta un máximo de diez personas a los funerales en lugares cerrados y 15 en lugares abiertos.

"Durante este tiempo hemos recibido muchas llamadas de personas que nos preguntaban cuándo estaría previsto reabrir los cementerios. Nuestra respuesta fue siempre la misma: resultaba prioritario acatar las directrices marcadas por el Ejecutivo para frenar la propagación de la covid-19 y proteger tanto la salud de los trabajadores como la de los visitantes". De hecho, el público tiene que utilizar de forma obligatoria mascarilla y guantes para prevenir que el virus pueda propagarse a través de elementos de uso común como los grifos de las fuentes que localizadas en distintos puntos de los camposantos. Además, está prohibido hacer uso de los baños y acceder a la capilla de San Mamede, que permanece cerrada al culto como la práctica totalidad de los templos (algunos de ellos, como la Real Basílica de Santa María la Mayor, permanece abierta con un horario reducido y sin misas públicas).

La mayoría de los que se acercaron el miércoles hasta el cementerio de San Mauro eran personas que habían ido a visitar las tumbas de sus familiares y seres queridos fallecidos desde el inicio del estado de alarma y a cuyo entierro no habían podido asistir por las limitaciones impuestas en el decreto del estado de alarma. Entre estos primeros visitantes se encontraba un grupo de personas que tuvo que pedir información a los sepultureros sobre la ubicación del nicho en el que había sido enterrado recientemente uno de sus seres queridos. "Dicían que non daban durmido pola noite por non saber onde estaba a tumba", precisa Francisco Abuín.

"Foi un día moi tranquilo, con alrededor dun cento de visitas pola mañá e outras tantas durante a tarde", señala Manuel Ruibal, uno de los sepultureros más veteranos del municipio que continuaron desarrollando su actividad profesional como un servicio esencial. Además de atender los entierros (en los que utilizaron equipos de protección) el personal del Servizo de Cemiterios siguió realizando trabajos de mantenimiento de las zonas ajardinadas.

"Durante o tempo no que os cemiterios permaneceron pechados polo estado de alarma –precisa Manuel Ruibal– o número de enterramentos que atendemos nos cinco camposantos municipais non foi maior que durante esta misma época nos anos anteriores, arredor de 50". La mayoría de los sepelios, en torno a 35, tuvieron lugar en el cementerio municipal de San Mauro.

Un poema para a Covid-19
Poema de Francisco Abuín, sepulturero, con motivo de la reapertura de las visitas al cementerio de San Mauro

En San Mauro temos Porta Monumental e
   Porta Republicana.
Como decía Sabino,
Cada un pon o sombreiro
Como lle da a gana.

   En virse para San Mauro
Andrés foi o primeiro.
Despois Indalecio Armesto.
Tivo a súa manifestación.
Riestra deu exemplo,
Facendo replica con Món.

   Sánchez Cantón ten un Santo
Rescatado de Mollabao.
Filgueira puxo capela,
Capela do revés
Pa cando entres nela
Non che pregunten que es.

   Na rúa B, temos a Bóveda
Martil do trinta e seis
Morreu por quererlle a Galicia
Maís era un home de Fe.

   No centro temos a Vicenti
O cal foi Alcalde de Madrid.
Quisolle tanto a Pontevedra
Que veuse enterrar aquí.

  No cuadro de Párvulos
Temos o rapaz da Peregrina
Morto polo trole-bus.
Dende o setenta e seis,
Ten un túmulo ven feito,
Feito ano a ano, pola súa nai
Cubreo con pétalos, postos con Piedad.

   O Panteón de Mareantes
Presideo San Roque
En vez de porlle nichos
El ponlle camarote.

   No novo temos a Cuña Novás
Coa súa Poesia.
En frente Agapito Criado na enfermería.

   Na rúa C, temos un Gitano
E non e de latón.
Fixeronno de bronce,
Con traxe e rodas
Pa sácalo en procesión.

   No xardin tomando o fresco,
A Marïa Victoria temos.
Logo veñen os de Raxoi.
Co fillo cometeron un pecado.
Pois e un Pontevedres da pro.

   Na Rúa F, está o Cristo de Penado
Arte en ferro, que mira para nos.

   E no último, está O Zapateiro. ven onda seu Amor.

Comentarios