Las cenizas de 37 difuntos ya se velan en la iglesia de Campolongo

La parroquia de San José ha vendido el 34% de los 108 columbarios del cementerio con las urnas de los restos de cremaciones
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photo_camera Casimiro Fernández junto al nuevo cementerio parroquial de cenizas mortuorias. RAFA FARIÑA

El cementerio parroquial de cenizas de la iglesia de San José de Campolongo está teniendo una gran acogida, incluso mayor de la que preveía el sacerdote Casimiro Fernández, quien dirige esta feligresía. De hecho, ya se han vendido 37 de los 108 columbarios situados junto a la entrada del templo, en el lugar donde estaba una sala que no tenía uso. Cada cripta tiene capacidad para cuatro urnas en las que los restos custodiados en las mismas proceden exclusivamente de incineración.

Los contenedores con restos cremados están en unos lóculos cubiertos con una estructura de madera y pan de oro.

"El motivo por el cual la parroquia se decidió a ofertar este nuevo servicio fue su alta demanda. De hecho, más del 50% de los entierros que se celebran en esa comunidad parroquial acaban en la incineración". "Nos pareció adecuado poner en marcha esta iniciativa porque muchas personas no saben qué hacer con las cenizas de sus difuntos. La Iglesia aconseja que éstas se conserven en un lugar sagrado, al que no todo el mundo tiene posibilidad de acceder", explica Casimiro Fernández.

La decisión de brindar el servicio de custodia perpetua de cenizas también dará respuesta a una limitación de las personas mayores residentes en la ciudad: la dificultad de desplazarse hasta los cementerios situados en el extrarradio del casco urbano y en el rural. "Ahora podrán tener en la iglesia de Campolongo las cenizas de sus seres queridos e ir a rezar por ellos", sostiene el clérigo.

"Estamos muy satisfechos con la aceptación que estamos teniendo de este nuevo servicio religioso, incluso superando las expectativas más optimistas", explica el párroco.

El sacerdote está convencido de que a las personas religiosas les gusta este servicio porque la iglesia está muy céntrica. Explica que para muchos devotos resulta interesante tener en el templo de Campolongo a su familia y en un momento dado acercarse y rezar, estar con sus seres queridos un rato.

"Mucha gente se ha interesado por efectuar una reserva en el cementerio de cenizas, no solo de la parroquia de Campolongo sino de algunas otras feligresías del municipio", destaca el religioso.

¿Qué condiciones hay que reunir para reservar uno de estos nuevos columbarios? Solicitarlo en la propia parroquia y aceptar las condiciones económicas del usufructo perpetuo, que consiste en el pago de unas cuotas para gastos de mantenimiento. En estos momentos ya están adjudicados 20 de los 108 columbarios.

Estamos muy satisfechos con la aceptación que estamos teniendo de este nuevo servicio religioso, incluso superando las expectativas más optimistas"

Los columbarios están iluminados y a la vista. Se pueden contemplar mientras la iglesia permanezca abierta en su horario habitual.

Cada lóculo tiene una placa identificativa con el nombre de los difuntos a quienes corresponden las cenizas. Además, los usuarios de este servicio tienen la posibilidad de pasárselo a sus herederos.

En Galicia solo tres iglesias disponen en la actualidad del servicio de custodia perpetua de cenizas en columbarios situados en el interior del templo, entre ellas la de Campolongo. Viene siendo como un cementerio parroquial pero dentro de la iglesia.

Hasta finales del siglo XVIII los finados encontraban el lugar de descanso en el interior de las iglesias o en sus inmediaciones, pero por motivos de insalubridad se dejó de enterrar allí y así surgieron los cementerios. Sin embargo, esa práctica ha regresado de alguna forma a las iglesias, entre ellas la pontevedresa de San José de Campolongo.

Obras pendientes en el templo parroquial

Los ingresos por el uso perpetuo de los columbarios del cementerio de cenizas de la iglesia de Campolongo ayudarán a hacer frente a la deuda contraída por la parroquia para la reforma integral del templo. En cuanto remitan las lluvias se acometerá la limpieza de los tejados de la cruz, de la casa rectoral y de su entrada. Con el paso del tiempo han crecido unas hierbas que es preciso eliminar. Además, está prevista la colocación de unos enrejados en las limahoyas (sección de la cubierta en la que se unen dos faldones) para evitar que las hojas de los árboles puedan acabar atascando las bajantes.

La última fase de la renovación del templo será el pintado de las paredes exteriores, una actuación que se acometerá el próximo verano.