El tradicional mercadillo de flores de Difuntos convirtió a la Praza da Ferrería en un vergel multicolor. El sábado y el domingo este céntrico espacio urbano lució su mejor aspecto con puestos de venta en los que se pudieron adquirir las flores con las que los vivos adorman los cementerios en señal de recuerdo a sus seres queridos fallecidos.
En la mayoría de los puestos los centros florales ya preparados fueron los que tuvieron un mayor tirón. "La gente prefiere comprarlos ya hechos porque les resulta más cómodo y porque, además, quedan mucho más bonitos que si los preparan ellos mismos. Dejan este trabajo en manos de los profesionales", señala una de las vendedoras de los 20 puestos que ayer se instalaron en A Ferrería.
De las 40 plazas ofertadas por el Concello para la colocación de los puestos tan solo se llegaron a ocupar la mitad. Aún así, fueron muchas las personas que, animadas por el buen tiempo con el que amaneció el día, se acercaron hasta el mercadillo para adquirir las flores con las que adornaron las tumbas de sus seres queridos, a quienes visitarán el martes, Día de Todos los Santos, jornada festiva.
Yoya Blanco, concejala de Turismo e Promoción da Cidade, explica que su departamento mantiene la tradición de organizar el mercadillo de flores en las jornadas previas a los días de Todos los Santos y Fieles Difuntos, "creando sinergias con la hostelería, el comercio y las floristerías de la ciudad que están trabajando mucho y bien en estos dos días de mercadillo".
Además de mantener la tradición, otro de los motivos por los que la Administración local apuesta por este mercadillo de flores es, según Yoya Blanco, "por su demanda. Desde hace varios días estoy recibiendo llamadas y mensajes de personas que me preguntan qué días estaba instalado el mercadillo de A Ferrería".
Las flores adquiridas tanto en este céntrico espacio de la ciudad como en los negocios especializados y en las entradas de los cementerios (como es el caso de la necrópolisis de San Mauro) embellecen los camposantos que mañana recibirán la visita de numerosas personas. Durante estos días el Concello ha puesto en perfectas condiciones los recintos mortuorios de San Mauro y de las parroquias de Campañó, Lourizán, Ponte Sampaio y Bora, que lucen su mejor aspecto.
