Gran Montecelo

Cerca de 4.500 vecinos del área sanitaria sufren algún tipo de demencia

El servicio de Neuroloxía del CHOP demanda la creación de unidades específicas para el alzhéimer y el ictus en el Gran Montecelo ►Reivindica el uso de técnicas de neuroimagen para poder cerrar el diagnóstico y el tratamiento "en uno o dos días"
Tres hombres paseando por el centro de Pontevedra
photo_camera Tres hombres paseando por el centro de Pontevedra

La incidencia de la demencia ha bajado durante la última década, fruto de las políticas de prevención desarrolladas en los años 80 y 90. Sin embargo, la prevalencia (el número total de afectados) ha aumentado, debido al envejecimiento de la población. Cabe recordar que la esperanza de vida de los pontevedreses ha crecido hasta los 82,77 años de media y que está previsto que dentro de 15 años el número de centenarios se duplique.

Actualmente el servicio de Neuroloxía del CHOP tiene cuantificadas a cerca de 4.500 personas del área sanitaria que padecen algún tipo de demencia, principalmente la enfermedad de Alzheimer. Sus efectos son sobradamente conocidos, tanto en el individuo que la padece como en las personas que ejercen como cuidadores. La novedad es que empieza a vislumbrarse la luz al final del túnel y que la medicina comienza a acotar los efectos de esta fatídica dolencia. De hecho, fue uno de los temas protagonistas de la XXXI Reunión anual da Sociedade Galega de Neuroloxía, organizada a principios de mes en Pontevedra por el servicio de Neuroloxía del CHOP.

El jefe del departamento y coordinador de la convención, Manuel Seijo Martínez, explica que uno de los avances realizados en este campo es que se ha descubierto que la enfermedad "no empieza con los síntomas, sino unos 10 o 15 años antes", y que se pueden aplicar tratamientos preventivos en la población de riesgo. "Hay pacientes que ya tienen mutaciones o antecedentes en la familia que ya podrían empezar a tratarse", precisa.

Para ello es clave el uso de las técnicas de neuroimagen, con unas máquinas con las que los profesionales sanitarios pueden ver imágenes en vivo del sistema nervioso central y el cerebro. En la actualidad, su uso está más centralizado en la detección de tumores, pero, en palabras de Seijo, podría dedicarse a localizar los indicadores del alzhéimer y facilitar el diagnóstico precoz. "Hoy en día hay medicamentos muy sofisticados para extraer las sustancias tóxicas del cerebro con éxito. Sin embargo, no han funcionado en los pacientes, porque ya estaban afectados, por eso es tan importante tratar de forma preventiva a los que tienen cierto riesgo".

Los hospitales de Santiago y Vigo ya cuentan con la maquinaria necesaria. Seijo espera que el Gran Montecelo siga sus pasos y, sobre todo, que los neurólogos puedan hacer uso de las herramientas de diagnóstico y las técnicas de neuroimagen, "con las que también se puede ver la evolución la enfermedad". "No se trata de sacar competencias a nuestros compañeros radiólogos, sino de compartir información en beneficio del paciente", reivindica.

Relacionado con esto, Seijo aboga por usar estas técnicas para que el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades neurológicas se pueda cerrar "en uno o dos días". "Hay que buscar la vía de solución y no dejar el proceso abierto. Si pido, por ejemplo, una ecografía de carótidas, el paciente va a tardar dos o tres meses en hacerse la prueba y deberá volver a la consulta, con la espera que eso conlleva, cuando se podría resolver en un solo acto".

UNIDADES. En el área sanitaria se diagnostican cada año entre 700 y 750 casos nuevos de demencia, la mayor parte de alzhéimer, y lo cierto es que los pronósticos demográficos hacen temer que el número siga ‘in crescendo’. La esperanza de vida seguirá al alza, con todas las consecuencias.

Esto, unido a la complejidad de algunos casos, ha llevado al servicio de Neuroloxía a demandar para el futuro hospital la creación de una unidad neurocognitiva especializada en "los casos más difíciles" de alzhéimer y otras enfermedades de tipo neurológico. "Hay hospitales que ya cuentan con estas unidades y nosotros tenemos interés en contar con una por la gran prevalencia de estas enfermedades", explica Seijo.

El ictus también ha bajado en incidencia pero, al igual que sucede con el alzhéimer, la prevalencia ha subido en los últimos años. Actualmente, el CHOP registra "unos 300 ingresos" al año motivados por este accidente cerebrovascular. El tratamiento ha mejorado, sobre todo en las primeras horas, mediante el uso de "avances recientes, como la trombectomía mecánica". Además, Galicia cuenta ahora mismo con tres unidades de atención rápida, situadas en A Coruña, Santiago y Vigo, cuyo hospital es el de referencia para los pacientes de Pontevedra. Con todo, dada la prevalencia y la necesidad de actuar con rapidez, los neurólogos del CHOP han solicitado en el plan funcional del Gran Montecelo la creación de una unidad de atención rápida, "al lado de las Urxencias".

Los servicios de Neuroloxía y Psiquiatría del CHOP han iniciado una línea de colaboración para estudiar si ciertas "enfermedades psiquiátricas puras", como la psicosis, pueden tener un origen autoinmune. Si la hipótesis se confirma, "los pacientes podrían tener que recibir un tratamiento más allá de un tranquilizante o un antidepresivo, sino un tratamiento inmunológico", explica el jefe de Neuroloxía, Manuel Seijo. "Puede sonar extravagante, pero hace unos años también resultaba extraño pensar que había una relación entre una úlcera y una infección en el estómago".

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