César Bona: "Los alumnos tienen que sentir que lo que aprenden les sirve para la vida"

El famoso maestro aragonés conversó con el alumnado del colegio Sagrado Corazón

César Bona rodeado de alumnos del Sagrado Corazón. RAFA FARIÑA
photo_camera César Bona rodeado de alumnos del Sagrado Corazón. RAFA FARIÑA

"¿Nos puedes dar clase?". Con esta pregunta recibió un grupo de alumnos de 6º de Primaria del colegio Sagrado Corazón a César Bona (Ainzón, Zaragoza, 1972), uno de los 50 mejores maestros del mundo según el Global Teacher Prize, el Premio Nobel de los profesores, y que este viernes estuvo en Pontevedra.

La mayoría de la clase sabía quien era ("César! A famous person!") y hubo incluso quien le pidió una dedicatoria en un libro. "He venido aquí a aprender", afirmó. Los escolares, que precisamente están trabajando sobre los medios de comunicación, asistieron como privilegiados espectadores a la entrevista que Luz Espiño grabó para Radio Pontevedra y en la que, en consonancia con dicha frase, manifestó que "los maestros enseñamos, pero también tenemos que aprender; tenemos que tener las orejas muy grandes porque se aprende escuchando".

Otro de sus secretos es "ser un poco niño", pero la palabra clave es "respeto", hacia el docente y hacia los alumnos. "Si la educacion fuera una pizza, la base sería el respeto, pero no se puede imponer. Se pide y se ofrece" y se preguntó "con qué criterio les digo ‘no grites’ gritando. Hay que llegar a acuerdos usando los argumentos". Así, considera fundamental que los estudiantes "se sientan valorados en clase", porque "cada uno es una persona diferente y de todos podemos aprender".

Sergio, de once años, le preguntó si le gustaba su trabajo. "Es muy especial, vosotros sois una inspiración", mientras María, a preguntas de Espiño, admitió que no siempre hacía los deberes.

DEBERES. Deberes sí o no fue la cuestión planteada por Espiño a la que Bona, después de instar a los escolares a que se taparan los oídos durante un ratito, respondió que "depende del cómo, del cuánto, del qué..." y se recordó a sí mismo "después de un viaje, un domingo por la noche, haciendo los deberes a toda prisa con la sintonía de Estudio Estadio. ¿Para qué?". En este sentido destacó que "el reto es dejar a los alumnos con ganas de aprender al día siguiente, mantener su curiosidad y que tengan ganas de volver". 

"El reto es dejar a los alumnos con ganas de aprender al día siguiente, mantener su curiosidad y que tengan ganas de volver"

Otro de los habituales debates en educación se centra en los manuales de texto, que suman tanto defensores como detractores. "Un libro, como lectura placentera, es maravilloso, y siempre les digo que tengan uno en la mesilla para cuando les apetezca leerlo, pero los de texto... Hay otras opciones", afirmó. "Que miren por la ventana, que observen lo que tienen a su alrededor".

Así, subrayó que "la escuela es parte de la vida, pero hay cosas que no suceden en ella". Es por ello que animó a los profesores y a las administraciones a "replantearse qué hacemos para que los niños sientan que lo que aprenden les sirve para la vida".

Bona no dejó atrás otras de sus máximas: que los docentes y las familias "somos un equipo" y que "hay que escuchar a los niños". "Hace falta tiempo para educar en la convivencia y el respeto por uno mismo y por los demás". Tener un rato para charlar en el aula "sin el peso de los curriculums".

César Bona visitó también una clase de 5º de Primaria, donde el equipo redactor del periódico del colegio le realizó otra entrevista antes de mantener un encuentro motivador con los profesores del Sagrado Corazón (72 docentes y 1.120 alumnos). "Queremos poñer en valor o seu traballo, isto vai no salario emocional", explicó el director, Paco Barros.

Las 506 plazas para su conferencia se quedaron escasas
La tarde se cerró con una conferencia del afamado profesor (Mirar a tu alrededor), una iniciativa de la Anpa del colegio, que contó con el respaldo del centro. El director apuntó que está ligada al lema de este curso, Alén das aulas y que la respuesta a la convocatoria "desbordounos". Aunque en un principio estaba previsto abrir la charla a la ciudadanía, una semana después del anuncio ya se habían agotado las 506 localidades disponibles en el salón de actos e incluso quedaron personas en lista de espera. 

Así, la mayoría del público fueron familias de alumnos y docentes, a quienes se unieron invitados como el jefe territorial de Educación, el secretario general de Escuelas Católicas, la presidenta de Surgapa y directores de otros colegios concertados.

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