Los profesionales sanitarios del área de Pontevedra y O Salnés y del resto de Galicia están llamados a participar en una huelga indefinida a partir del 11 de abril. La movilización ha sido anunciada este miércoles en el salón de actos del Hospital Montecelo por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia (CESM), una de las organizaciones sindicales con representación en el sistema sanitario gallego que con este parón pretende conseguir mejoras en la "calidad asistencial" y en las "condiciones de los profesionales sanitarios", tanto laborales como económicas.
El sindicato exige el cumplimiento de un paquete de 30 reivindicaciones con las que quiere "revertir la lamentable situación" que dice que "atraviesa la sanidad pública desde hace una década y que, en los últimos años se ha agravado a causa de la pandemia". Entre la batería de medidas propuestas, CEMS considera imprescindibles el establecimiento de la jornada de 35 horas semanales "para todo el personal del Sergas", el incremento del precio al que se paga la hora de guardia (añadiendo un plus cuando se trate de fines de semana o festivos e incluyendo a los MIR), el abono del complemento específico para los profesionales que trabajan en la sanidad privada, y la declaración de los días 24 y 31 de diciembre como no laborales, "como ya disfruta el resto de la función pública de Galicia".
La organización asume el discurso oficial de que no se contratan más médicos, "porque no los hay". Sin embargo, el secretario general del sindicato, Enrique Marra, incidió en que, "si los profesionales asumen más carga de trabajo, nos tienen que pagar por ello".
CESM calcula que en los últimos años los profesionales sanitarios gallegos han sufrido una pérdida de poder adquisitivo del 25% y advierte de que, el número de médicos que solicitan la documentación para trabajar en el extranjero se ha disparado, pasando de las 1.800 peticiones registradas hace unos años a las 2.600 contabilizadas el año pasado. Por ello, el presidente de la organización, Ramón Barreiro, insistió en la necesidad de "mejorar las condiciones de trabajo y la calidad asistencial", ya que considera que es la fórmula para atraer a "muchos profesionales que se han ido a trabajar fuera".
Reorganización de Primaria
A nivel de Atención Primaria una de las reivindicaciones principales de CESM pasa por la implantación de agendas cerradas con un máximo de 25 o 30 pacientes por médico y un tiempo de asistencia "no inferior a los diez minutos por paciente". Todo ello, restringiendo la telemedicina a casos concretos y retirando el programa XIDE, el plan con el que el personal no sanitario gestiona las citas del paciente.
El sindicato aboga por instaurar las urgencias extrahospitalarias 24 horas al día todo el año, pero también una "reorganización geográfica" de los dispositivos de Atención Primaria basada en "conceptos asistenciales".
Marra alegó que "la sanidad es algo limitado" y cuyo precio está "cada vez más caro". Por ello, abogó por reordenar el mapa de dispositivos sanitarios siguiendo unos criterios "meramente técnicos". "Siempre pongo el mismo ejemplo: los bomberos. ¿Hay un parque en cada municipio? No, sino que se crean parques en puntos estratégicos y aquí ocurre lo mismo (..). El municipio sigue siendo la unidad sanitaria y eso tiene que desaparecer. No puedes tener un TAC y un radiólogo en cada punto".
Barreiro añadió que la distribución geográfica gallega es muy dispar y que se da la circunstancia de que "hay ayuntamientos con 1.000 habitantes que tienen tres médicos y otros con 5.000 habitantes que tienen tres médicos también". "Se han creado -añadió- un montón de centros solo por presiones políticas y localistas".
Atención Hospitalaria
En el ámbito de Atención Hospitalaria el sindicato pide la regulación de las guardias y una remuneración para todos los médicos que ejercen como tutor de residentes. Además, propone incentivar la contratación en los hospitales comarcales ampliando el número de puestos de difícil cobertura.
A nivel del 061, el sindicato reclama que se abonen los complementos de atención urgente y turnicidad, mientras que en el ámbito de los residentes CESM pide que "se cumplan los programas docentes", que se incremente el precio de la hora de guardia "para equipararlo al personal estatutario" y que se garantice simpre la libranza tras realizar una guardia. Además, Marra criticó la supuesta utilización de los MIR "como mano de obra barata": "Los de cuarto año prácticamente tienen el contrato antes de acabar, pero no se puede dimensionar los servicios como si los MIR fueran un trabajador más. En muchas guardias solo ves residentes, pero los residentes están para formarse", subrayó el secretario.
Pontevedra, "el foco" del deterioro
CESM eligió el Área Sanitaria de Pontevedra para presentar la movilización porque considera que es "el foco" del deterioro de la sanidad pública. Marra señaló que en este territorio "se han hecho las cosas rematadamente mal" y que esto "acabó como acabó hace ocho meses", en alusión al cambio de gerencia.
Segúndijo, el nuevo gerente, José Flores, ha implantado una nueva forma de trabajar, con "más transparencia" y más disposición al diálogo, lo que ha hecho "que la gente vuelva a comprometerse". No obstante, precisó que, "aunque algunas medidas son buenas, no dejan de ser parches". "Lo que tenemos que hacer es una reforma (...), ponernos de acuerdo en lo que es la asistencia sanitaria, y a partir de ahí hacer una dotación presupuestaria. No tiene sentido que se sigan gastando el dinero en telemedicina, cuando lo que pide la población es ver al médico", alegó.
El secretario destacó que "la huelga no es un objetivo, sino un medio" para obligar a la Administración a sentarse a negociar. Para ello, el sindicato brinda un plazo de 40 días, "una cuaresma".
