Charcas con Vida rescata más sapos en Parada

Cuatro voluntarios de Adega volvieron al regadío de Ponte Caldelas a liberar anfibios. La segunda intervención liberó a 22 ejemplares
Uno de los sapos rescatados
photo_camera Uno de los sapos rescatados

Los voluntarios de la organización Charcas con Vida, de Adega, repitieron este jueves la operación de rescate de anfibios efectuada en el canal de regadío de Parada, en Ponte Caldelas, después de consultar con personal de Medio Ambiente que trabaja en la zona y saber que había nuevas remesas de animales atrapados en el regadío.

La jornada lluviosa ayudó a mejorar las condiciones de los anfibios atrapados en esta canalización, aunque en muchos de los casos no consiguieron salir por sus propios medios de la misma, a pesar de que en esta ocasión sí llevaba agua, ya que los vecinos la han limpiado y puesto en marcha.

Los voluntarios recorrieron de nuevo los dos kilómetros que componen la canalización, de unos 80 centímetros de profundidad y paredes verticales, que baja desde la zona del río Verdugo hasta la ladera de Parada, y retiraron 22 ejemplares de reptiles y anfibios. Como en la anterior ocasión (en la que se salvaron 173 sapos), el colectivo más numeroso fue el de sapos comunes, puesto que se recogieron diez unidades. También se hallaron siete ranas ibéricas, tres tritones jaspeados, una rana verde y una serpiente de agua (serpiente viperina).

Una vez rescatados del canal, los batracios fueron liberados en sendas charcas próximas pero ubicadas ladera abajo, de modo que los animales no se volverán a encontrar con este obstáculo en su camino hacia el río.

El motivo de las dos intervenciones de ‘Charcas con vida’, que fueron precedidas por una anterior de los agentes de Medio Ambiente, en la que se liberaron otros 60 anfibios, es la incidencia que este año está teniendo el sistema de regadío tradicional en la fase reproductiva de sapos y ranas. Con la subida de las temperaturas, a los anfibios se les despierta el instinto reproductor y para ello se desplazan desde sus zonas habituales de residencia hacia las charcas y ríos. En este viaje, que en el caso de la zona de Parada es ladera abajo, la presencia del canal de regadío, compuesto por planchas de cemento que sobresalen del suelo, pero se hunden también por debajo del nivel de la orografía, es un obstáculo insalvable. Con sus escasas habilidades para escalar por paredes verticales, los sapos, serpientes, tritones y ranas, se quedan sin vías para salir del reducto y perecen en caso de que desaparezca el agua.

El caso de Ponte Caldelas es el único en el que Charcas con vida montó ‘rescates’ para evitar la muerte masiva de los anfibios, especies cada vez más amenazadas por elementos de la arquitectura y la desaparición de sus hábitats. Precisamente, la organización celebrará el próximo día 25 el ‘Save the frogs day’ (día de salvar las ranas) en Pontevedra. Por la mañana habrá una charla sobre enfermedades que amenazan los anfibios y por la tarde una jornada de voluntariado, para recuperar una charca en Sabarís, Campañó.

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