Con tan solo seis meses de existencia, el Centro de Información en Diversidade e Sexualidade (Cides) pontevedrés ya casi se encuentra al mismo nivel que otras instituciones autonómicas en materia de atención a los derechos LGTBI+.
Así lo declaró este miércoles su responsable, Ada Otero, al presentar la primera memoria de resultados de esta institución dependiente de la Concellería de Igualdade: "Se nos comparamos co Observatorio Coruñés contra a LGTBIfobia, que sen pandemia e cun porcentaxe de población moito maior atendeu a 90 persoas no perido dun ano; nós en seis meses xa atendemos a 33 usuarios". A los cuales habría que sumar otros diez que han acudido a su sede en la Praza José Martí a lo largo de este mes.
El Cides fue puesto en marcha en el mes de marzo, "uns días antes do confinamento", y el balance de este tiempo es más que positivo, ya que a pesar de que la mayoría de las consultas fueron por vía telemática - sobre todo a través de correo electrónico y redes sociales - "tódalas semanas había polo menos unha persoa que se poñía en contacto con nós".
Yoya Blanco, concelleira de Igualdade, anunció que ante esta gran acogida "próximamente temos a idea de ofrecer cursos de formación telemática nesta materia".
AYUDA PROFESIONAL. Fueron cinco las personas que decidieron acudir de manera presencial, pero porque la situación lo requería. "Tratouse de atencións que se prolongaron varias horas e incluso varios días, porque eran persoas que precisaban unha orientación constante e apoio máis alá do psicolóxico", apuntó Otero.
La responsable del centro se mostró este miércoles sorprendida porque "de primeiras pensaba que a maior parte das consultas serían de persoas LGTBI+ e sen embargo moitas viñeron de fóra do colectivo". En este sentido destacó el asesoramiento dado a estudiantes que realizaban trabajos sobre diversidad sexual y que acudieron al Cides porque "parece mentira que non teñan onde consultar este tipo de información".
La gran consulta durante este primer semestre fue "por excelencia" en relación a la realidad de las personas transexuales, tanto en cuestiones legislativas como en lo referente a esta identidad sexual durante la infancia.
PIONERA. Ada Otero pone en relieve que esta institución pionera en Pontevedra ya se ha convertido en un cauce donde todo aquel que quiera pueda recibir asesoramiento profesional sobre la diversidad sexual. Pero aún así lamenta que todavía "hai moita xente que quere esa información pero non se atreve a preguntala por vergoña ou prexuizo". Por ello anima a todo aquel interesado "a que non se corte á hora de plantexar calquera dúbida que teña, por moi estúpida que pense que é".
Se trata de algo prioritario, puesto que la falta de información lleva, como consecuencia, a una deficiencia en materia de formación sexual. "Se houbese unha boa formación sexual, moitos problemas a longo prazo poderían evitarse", concluye Otero.
