El cierre de negocios mantiene el consumo eléctrico a la baja

La venta de combustibles de automoción cayó en octubre y la de gasóleo de calefacción tampoco sube porque la población se abasteció ya en marzo movida por el confinamiento
El doméstico representa el 37% del total del consumo eléctrico de la provincia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera El doméstico representa el 37% del total del consumo eléctrico de la provincia de Pontevedra.

Aunque la pandemia esté obligando a la población a pasar más tiempo en casa, esto no ha provocado un incremento en el consumo eléctrico total en la provincia de Pontevedra. De hecho, en este balance tiene un efecto mucho mayor el cierre de las actividades económicas, que sí ha causado un descenso bastante significativo.

De acuerdo con los datos que maneja Red Eléctrica de España (REE), en el primer semestre del año Galicia consumió 8,67 millones de megawatios/hora, casi un 7% menos que en el mismo período del año pasado, cuando el consumo había sido de 9,32 millones. Es significativo que el mes con el mayor descenso interanual fuese abril, justo después de declararse el estado de alarma y cuando las restricciones impuestas por la Covid mantuvieron el país casi paralizado. En ese caso, se consumió un 16% menos que en el mismo mes de 2019. El descenso interanual en enero fue de un 7%, el de febrero del 6%, el de marzo del 5% y el de mayo del 9%. En la primera mitad de 2020, solo en junio se consumió más que el año pasado, concretamente, el incremento alcanzó el 2%.

Estas caídas son extrapolables a la provincia de Pontevedra, que, de acuerdo con estadísticas que maneja el Instituto Enerxético de Galicia (Inega), representa aproximadamente el 22% del total del consumo eléctrico de la Comunidad Autónoma, mientras que A Coruña, con mucha más industria, supone el 43%, Lugo el 29% y Ourense apenas el 7%.

"En marzo hubo que contratar a otro chófer para repartir gasóleo de calefacción, pues no dábamos abasto"

En el territorio pontevedrés, la industria consume el 30% de la electricidad, mientras que el 37% corresponde a consumo doméstico y el 33% a servicios.

MENOS COMBUSTIBLES. El consumo eléctrico no fue el único que bajó. El de combustibles de automoción también cayó un 11,5% en octubre con respecto al mismo mes del año pasado, aunque aumentó un 1,9% frente al mes de septiembre, según datos de Cores (entidad adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica).

El consumo de gasolinas bajó todavía más , un 13,8% con respecto al mismo mes del ejercicio anterior, cambiando así la tendencia de los últimos tres meses. De acuerdo con la misma fuente, en el acumulado del año hasta octubre, el consumo de combustibles de automoción descendió un 18,3% con respecto a 2019.

En lo referido a los carburantes para calefacción, sus ventas tampoco están experimentando un aumento, a pesar de que la crisis sanitaria hace que la población pase más tiempo en sus hogares y que muchos ciudadanos estén teletrabajando y eso los obligue a tirar más de calefacción.

En este caso, sí se había registrado un importante repunte de ventas en marzo y abril. Al igual que sucedió con otro tipo de productos de consumo doméstico, la declaración del estado de alerta sanitaria y el consiguiente confinamiento llevaron a muchos ciudadanos a abastecerse ante la incertidumbre sobre cómo iba a evolucionar la pandemia y las restricciones derivadas de ella. Al haber llenado ya los depósitos entonces, ahora no se está comprando tanto como correspondería para esta época del año.

"La gente todavía tiene los depósitos abastecidos porque además hasta ahora no hizo frío"

Tal y como señalaron en Ferleva (empresa suministradora de gasóleos a domicilio situada en Campañó), "en marzo a todo el mundo le entró el pánico e incluso tuvimos que contratar a un chófer más porque no dábamos abasto con tanto pedido. Teníamos cuatro repartidores y tuvimos que coger a un quinto. Ahora tenemos tres y son suficientes, ya que no estamos notando diferencia en las ventas en comparación con noviembre-diciembre del año pasado".

También en Gasóleos Vilaboa indicaron que actualmente están despachando "incluso menos" carburante para calefacción que en años anteriores, porque en marzo la población "cargó los depósitos y, como hasta ahora no ha hecho demasiado frío, la gente todavía tiene reservas".

De hecho, las temperaturas excepcionalmente cálidas del mes de noviembre han mantenido, al menos de momento, el consumo de este tipo de carburante en cifras más bajas que otros años.

El aumento del teletrabajo también incide en este descenso de ventas en lo que se refiere a las empresas, puesto que las oficinas en las que no se trabaja presencialmente prescinden de este servicio. Lo mismo sucede con el cierre de la hostelería, que repercute en una bajada de consumos.

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