El cierre perimetral restó afluencia a los cementerios de la comarca

Los concellos se felicitaron por el escrupuloso respeto de los vecinos a la hora de acatar las normas anti-covid en los camposantos
Control a la entrada del cementerio de Poio. DP
photo_camera Control a la entrada del cementerio de Poio. DAVID FREIRE

Escasa afluencia en los cementerios de la comarca el Día de Todos los Santos. DPLos cementerios de la comarca y el entorno de Pontevedra han contado en la jornada de Todos los Santos con poca o muy poca afluencia, según la mayor parte de los gobiernos locales consultados.

La jornada, desde el punto de vista de la seguridad sanitaria, se puede considerar un éxito, toda vez que se había demandado muy activamente por parte de los concellos un esfuerzo a la sociedad por no participar en esta celebración popular y religiosa de un modo masivo, sino al contrario: de forma escalonada, aislada y evitando toda aglomeración.

Visitantes depositando flores en el cementerio. DPLas estampas recogidas en distintos puntos de la provincia constatan que la lluvia y, en especial, el cierre de los grandes núcleos como Vigo y el conjunto de Pontevedra, Poio y Marín, restaron afluencia en una cita en la que también fueron cautos quienes podían acudir pero decidieron hacerlo de forma paulatina y evitando las horas punta, e incluso, la fecha concreta del 1 de noviembre.

Las escenas fueron casi idénticas en Poio, Vilagarcía, Sanxenxo, Marín, Silleda o Cuntis. La población, claramente concienciada sobre la importancia de priorizar la contención del virus, acudió ordenadamente y en grupos reducidos a visitar a los difuntos.

Visitantes guardando la distancia de seguridad. DPApenas se registraron imágenes de grupos, las habituales tertulias entre vecinos o parientes fueron escasas y, en los camposantos en los que se habían establecido circuítos con la entrada por un punto distinto de la salida, se respetaron estas normas, así como la obligación generalizada de emplear gel hidroalcohólico, algo que se puso a disposición de los usuarios en todos los cementerios.

Recintos como los cinco de Poio, el de Marín, Sanxenxo o el de Cuntis, contaron con dispositivos de control, bien a cargo de la Policía Local o bien a cargo de Protección Civil y en todos los casos el resumen de los responsables municipales fue el mismo: el respeto por las normas imperó.

Mujer depositando flores en el cementerio. DPEn Marín el Concello dio cuenta de la escasa afluencia durante toda la jornada a recintos que en años anteriores eran un hervidero en esta fecha, como el de A Raña, mientras que en Poio, al recomendar que se escalonasen las visitas, se esperaba un repunte de la afluencia en la jornada del sábado que tampoco llegó a materializarse. La Policía de Poio y Protección Civil finalizaron el dispositivo especial felicitando a los vecinos por su civismo.

El mal tiempo y la escalada de contagios de coronavirus también jugaron a favor de las imágenes de un cementerio casi vacío en Cambados, en donde el camposanto de Santa Mariña, que además de estar en uso es uno de los reclamos turísticos del municipio, por su belleza, se podía apreciar lleno de flores en homenaje a los difuntos del municipio, pero sin vecinos ni curiosos recorriendo sus pasillos.

Mujeres en el cementerio. DPEn la comarca de Pontevedra, municipios en los que no había restricciones de movilidad, como Ponte Caldelas, Campo Lameiro, Vilaboa o Cerdedo-Cotoboade vivieron idénticas situaciones, marcadas por la normalidad, el goteo de visitantes y, en especial, el sentimiento de que, en esta visita anual a los difuntos, era más importante proteger a los vivos que cumplir con todos los aspectos del homenaje a los muertos.

Más flores que visitas a las tumbas 

El hecho de que muchas floristas se ofrezcan a colocar los centros en los cementerios ha hecho que, pese a las limitaciones y restricciones, no faltasen flores junto a ninguna lápida en los camposantos, aunque algunos difuntos recibirán su visita en próximas fechas o la han recibido ya en días previos.