El cierre de Pontevedra fulmina el mercadillo de flores de Difuntos

Enojo en los vendedores por el perjuicio que les ocasionó la decisión adoptada por la Xunta ► Escasas ventas de los centros florales a pesar de la rebaja de más del 50% en el precio inicial
Mercadillo de flores en la Praza da Ferrería. RAFA FARIÑA
photo_camera Mercadillo de flores en la Praza da Ferrería. RAFA FARIÑA

Visitante en el cementerio. RAFA FARIÑAEl tradicional mercadillo de flores de Difuntos ha tocado fondo. El cierre perimetral de Pontevedra, decretado por la Xunta de Galicia el viernes como fórmula para doblegar la curva de contagios por covid-19, ha supuesto un batacazo económico a los vendedores que instalaron sus puestos en la Praza da Ferrería.

Las restricciones para frenar el avance de la pandemia hizo que fallaran cuatro de los 33 puestos que figuraban en la lista inicial que la Concellería de Promoción Económica e Mercados había recortado con respecto a años anteriores "por la necesidad del distanciamiento para garantizar la seguridad tanto de los floristas como de los compradores", precisa la concejala Yoya Blanco.

Las caras de las personas que estaban al frente de los puestos eran todo un poema, con un gesto que reflejaba tanto indignación como enojo. Con apenas clientes que se acercasen hasta la Praza da Ferrería, los vendedores regresaron para sus domicilios con la práctica totalidad de los centros y ramos florales, los que les quedaron después de haberlos dejado a precio de coste.

Mercadillo de flores en la Praza da Ferrería de Pontevedra. RAFA FARIÑAEl consejo que efectuó la Administración local para que las personas acudiesen a los cementerios de forma escalonada para evitar las aglomeraciones que se venían registrando el 1 de noviembre (Día de Todos los Santos) y el 2 de noviembre (Fieles Difuntos) también ha resultado perjudicial para el mercadillo de A Ferrería, ya que muchas personas han adelantado el embellecimiento de los nichos y panteones con centros adquiridos en distintos negocios de flores.

"Se aconsejó a la gente que adelantaran la visita a los cementerios, ¿por qué no se adelantó la fecha de la celebración del mercadillo de flores al jueves?", se pregunta Nuria Búa, una florista de Barro que viene instalando un puesto en A Ferrería desde hace nueve años. "Estamos en el peor año que recuerdo. A la hora de comer solo nos solían quedar sin vender cuatro o cinco centros de un total de 60, mientras que en esta ocasión apenas hemos vendido diez". 

Además, señala que "si ponemos un puesto de flores en una ciudad (Pontevedra) que tiene cerrada tanto la entrada como la salida de personas, y encima cierran algún cementerio, lo lógico es que no se vendan nuestros artículos. Este mercadillo ha resultado un fracaso absoluto"

Visitantes en el cementerio de San Mauro. RAFA FARIÑANuria Búa recuerda que habían efectuado la reserva del puesto hace tres semanas y pagado la correspondiente tasa al Concello cuando, unas horas antes del mercadillo se vieron "sorprendidos" por el decreto de la Xunta que establece el cierre de Pontevedra. "Nadie de otra localidad puede venir a comprar ni nadie puede salir del municipio para llevar los centros a los camposantos. Teníamos clientes fijos de A Estrada que no han podido venir". 

En este sentido, asegura que si la Xunta hubiera anunciado hace una semana la prohibición de desplazarse o salir de Pontevedra "perderíamos el impuesto que le pagamos al Concello pero nos habríamos ahorrado el dinero invertido en la adquisición de las flores ni instalado el puesto sabiendo que no iba a haber ventas". 

Santiago García, florista de Campañó, lamenta que toda la mercancía que habían llevado al mercadillo de flores les haya quedado "sen vender", incluso rebajando los centros florales en más de un 50% de su precio inicial. "O ano pasado vendín os centros a 30 e 40 euros e agora estamos poñendoos a 15 euros, e nin así conseguimos que os leven". 

CONCELLO. La concejala de Promoción Económica destaca que todos los puestos estaban "perfectamente delimitados" con pintura en el suelo para el distanciamieVisitantes en el cementerio. RAFA FARIÑAnto entre ellos y con flechas indicativas que fijaban una única dirección de entrada y otra de salida.

"Para nosotros fue fácil el desarrollo de este tipo de mercadillos porque tenemos la experiencia de los mercadillos de Rafael Areses y Estribela", precisa Yoya Blanco. "Animo a la gente a que tenga sentido y responsabilidad y que acuda a los cementerios del municipio con los centros y que todo el sector de las flores no resulte muy golpeado", recalca la concejala socialista.

El 80% de las visitas a San Mauro tuvieron lugar el viernes 30
La mayoría de las visitas al cementerio de San Mauro tuvieron lugar el viernes, 30 de octubre. «Foi un día no que moita xente decidíu adiantar o seu paseo ata o camposanto para honrar aos seus defuntos. O bo tempo tamén axudou», explica Francisco Abuín, sepulturero municipal.
La del sábado, según indica, fue una jornada tranquila. "A xente fixo caso ás indicacións do Concello e das autoridades sanitarias para facer as visitas espaciadas e evitar aglomeracións que supuxeran un risco de contaxio por covid-19". 

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