La cifra de emigrantes pontevedreses bajó un 1,5% en el año del coronavirus

Actualmente residen en el extranjero 40.778 personas nacidas e inscritas en la provincia
undefined
photo_camera Panel de salidas y llegadas en el aeropuerto de Peinador. DP

La provincia de Pontevedra suma ahora menos emigrantes que hace un año. En concreto, el número de nativos pontevedreses que continúa viviendo actualmente en el extranjero es un 1,5% menor al de hace doce meses, antes de que la pandemia irrumpiese con todas sus consecuencias sanitarias y económicas. Así lo muestran las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), según las cuales en enero de 2021 había repartidas por otros países 40.778 personas nacidas en el territorio provincial e inscritas en alguno de sus concellos.

En realidad, en el planeta hay muchos más ciudadanos registrados como pontevedreses (153.474, según el INE), pero la mayor parte son descendientes de emigrantes que ya vinieron al mundo en sus países de destino y que, a pesar de ello, tienen nacionalidad española y están inscritos en alguno de los ayuntamientos que forman esta provincia. Traduciendo esa situación a números, de todas las personas que residen en el extranjero y figuran legalmente como pontevedresas, solo el 26,5% nacieron aquí.

La mayoría de estos se mudaron por motivos laborales y han decidido quedarse fuera, aunque también son muchos los que han hecho las maletas de regreso. Tanto es así, que echando la vista atrás los datos muestran que hace solo cinco años vivían fuera de España 42.770 nativos de Pontevedra, es decir, 2.000 más que ahora. En otros muchos casos, la caída de cifras corresponde a emigrados hace décadas que envejecieron y murieron en su país de destino.

Del total de 153.474 pontevedreses nacionalizados que viven fuera de España, solo el 26,5% nacieron aquí

De hecho, analizando la situación de los que siguen residiendo fuera, solo el 34% están en edad laboral o casi, pues tienen entre 16 y 64 años. Y, por el contrario, la mayor proporción corresponde a los ya jubilados o en edad de estarlo, pues el 64% son mayores de 65 años.

América sigue concentrando a más de la mitad (el 60,6%) de los nativos de Pontevedra que viven en otros estados; Europa aglutina al 37,5% y el resto se reparte entre África, Asia y Oceanía.

En el caso de los que saltaron el charco, la mayoría residen en Argentina (12.149), Brasil (4.716), Venezuela (3.215), Uruguay (2.245) y Estados Unidos (1.852). En el continente europeo, las nacionalidades que cuentan con más pontevedreses son Suiza (3.980), Francia (3.243), Alemania (2.855) y Reino Unido (2.151).
 

Hugo Díaz Andrade: "Volví porque me quedé sin trabajo y con la pandemia prefería estar en casa"
Hugo Díaz AndradeEste joven biólogo natural de Cangas ya sabe lo qué es ser emigrante. Terminados sus estudios en la Facultade de Bioloxía de la USC y cansado de no encontrar trabajo en su campo en España, decidió hacer las maletas y mudarse a Irlanda. Eso fue en 2018.

"Inicialmente estuve viviendo en Dublín, porque ya residía allí mi hermano. Al principio trabajé como camarero, pero tuve mucha suerte y a través de unos amigos me enteré de una oportunidad laboral en un laboratorio en Cork, me presenté y me cogieron. Fui encadenando varios contratos hasta que en agosto del año pasado me avisaron de que no me iban a renovar. Mi hermano había regresado ya a España, así que yo también opté por volver. Irlanda es un país muy caro para vivir allí si no tienes ingresos", explica. 

La pandemia fue el empujón que lo ayudó a decidirse a volver. "Ya tenía un círculo de buenos amigos allí y estaba contento, pero al estar sin trabajo me planteé regresar a casa y, con todo el lío de la Covid, más todavía, porque en una situación así me daba más tranquilidad estar con mi familia en mi propio país". 

Actualmente, Hugo Díaz está opositando. "Ahora mismo la cosa está complicada para encontrar empleo aquí en el sector privado, así que me decidí a preparar unas oposiciones. Por el momento no me planteo volver a emigrar por la pandemia, pero tampoco lo descarto a medio o largo plazo si no apruebo los exámenes o si no me sale plaza o si las circunstancias me llevan a hacerlo de nuevo. Para mí vivir en el extranjero fue una experiencia gratificante y enriquecedora", asegura este joven de O Morrazo. 

"He adquirido una experiencia laboral importante que en España no conseguía, hice buenos amigos y, aunque ya hablaba bastante bien inglés, ahora tengo mucha más fluidez y seguridad a la hora de expresarme en ese idioma", concluye.

Comentarios