Ciudadanos afronta su enésima crisis en Pontevedra. El descalabro en las elecciones municipales abre un panorama incierto para la formación, que el pasado domingo se convirtió en la última fuerza de la ciudad. Solo la votaron 396 personas.
"Eu recibín ben o resultado, pero outra xente do grupo non. Tiñamos a sensación de que podiamos sacar un concelleiro. Fixemos o que puidemos", asegura David Díaz, actual coordinador y alcaldable del partido naranja en los comicios del 28-M. "Gañaron os mantras", añade.
Díaz y su equipo valoran la posibilidad de dejar Ciudadanos, pero no por el descalabro electoral del pasado domingo, sino por la decisión de Madrid de no presentarse a las próximas elecciones generales, que el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha adelantado al 23 de julio. "Dóeme máis a noticia de que non imos ás xerais que o noso resultado en Pontevedra. O equipo e máis eu estamos pensando que facer. Porque esta situación é unha liquidación de Ciudadanos en diferido", subraya.
En la actualidad, la formación cuenta con una veintena de afiliados y solo dos personas al frente de la dirección local: Díaz, que es coordinador, y Andrés López, que ejerce como secretario. El tercer componente de la agrupación pontevedresa, José Rivadulla, dejó sus funciones como responsable de Enlace Institucional el pasado mes de febrero, tres meses antes de las municipales.
El futuro del partido, que también se discute a nivel estatal, podría tener los días contados en Pontevedra. En sus nueve años de vida, Ciudadanos ha estado liderado por cinco personas. Todas ellas ya no están en el partido por distintas razones.
Su primera coordinadora fue María Rey. Tras dejar el PSOE, la empresaria pontevedresa se sumó en 2014 al Movimiento Ciudadano. Tras una campaña con carteles con la foto de Albert Rivera, que entonces cotizaba al alza, Rey le dio al partido naranja su primer edil en Pontevedra.
Rey hizo oposición al BNG, que en aquel mandato gobernó en solitario, y al resto de rivales (PSOE, Marea y PP). A dos meses de las elecciones municipales de mayo de 2019, la dirección gallega de Ciudadanos se rectificó a sí misma y la apartó del número uno de la lista. Su puesto como cabeza de cartel lo ocupó Goyo Revenga y ella pasó a ser número dos.
Revenga logró ser concejal y cinco días después de aquel resultado, Rey dejó la formación y provocó la dimisión en bloque de otros cinco miembros de aquella candidatura electoral. El óptico cogió las riendas del partido durante tres meses, hasta agosto, cuando se nombró nueva directiva, con Miguel Ángel Castro como coordinador.
Más terremotos
La paz no reinó en Ciudadanos. El gran terremoto llegó en 2020, cuando la dirección nacional de Ciudadanos expulsó a su único edil en la ciudad por apoyar los presupuestos del Gobierno local de BNG y PSOE. Revenga no entregó su acta y continuó como concejal no adscrito.
En enero de 2021, el hostelero Carlos Fontán asumió las riendas de la organización. Pero nueve meses después, él y los otros cuatro miembros de la dirección local se dieron de baja de Cs. Parte de ellos se embarcaron en otro proyecto político, el de Pontevedra Alternativa.
En junio del año pasado, Ciudadanos se recompuso por cuarta vez y apostó por David Díaz, su último alcaldable, que ha llevado a los naranjas al peor resultado electoral de su breve historia.