El homenaje a la Constitución que se realiza cada 6 de diciembre en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra cambió este lunes el guion habitual para incorporar nuevos actores. No se organizó el tradicional vino español, tampoco se impusieron condecoraciones ni reconocimientos... Esta vez tocó una celebración más austera, con menos autoridades y con unos invitados que se convirtieron en protagonistas del evento.
Fueron cuatro ciudadanos anónimos, que tomaron la palabra para proclamar la defensa de los derechos fundamentales. Esos mismos que recoge la Carta Magna y permite crear "una sociedad cada día más libre e igualitaria", en palabras de Maica Larriba, subdelegada del Gobierno.
Pero antes de su alocución intervinieron el voluntario de Cruz Roja de Pontevedra, Juan Manuel Romero, que leyó el artículo 10.1; Isabel Martínez, vocal de la Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos Psíquicos de Pontevedra Alba, que leyó el artículo 49; Erasmo Benítez, refugiado venezolano de la Asociación Diversidad-Acoge, que leyó el artículo 10.2; y Joshua Alonso Mateo, premio Resiliencia del Ministerio de Igualdad y promotor del concurso de periodismo Sesé Mateo, que leyó el artículo 1.1.
Larriba agradeció su presencia, ya que representan "a la España plural, solidaria, generosa y comprometida", e incidió en el firme compromiso del Gobierno con los valores que marca la Constitución "y de los que vosotros sois el mejor ejemplo".
Reivindicó la Carta Magna como "el marco jurídico necesario para seguir creando una sociedad cada día más igualitaria y libre" y destacó su primer artículo, que refleja los valores constitucionales de la libertad, de la justicia y de la igualdad. "Valores sobre los cuales tenemos que seguir trabajando desde la esfera política pero también como sociedad, porque no podremos garantizarlos mientras la mitad de la población siga discriminada o no pueda andar por la calle en libertad sin miedos a la agresión", subrayó.
La subdelegada no quiso olvidarse del espíritu de solidaridad mostrado por la sociedad española durante el último año y medio de pandemia. "Solidaridad entre nosotros mismos, como pudimos comprobar a lo largo de estos meses, donde las oenegés trabajaron mano a mano con el Gobierno para distribuir alimentos o elementos de protección para los más desfavorecidos; pero también dando un ejemplo al mundo con la acogida en nuestro país de personas perseguidas que tuvieron que abandonar sus casas por guerras o en el intento de progresar".
Maica Larriba reconoció la necesidad de modificar la propia Carta Magna "y corregir un término discriminatorio y descalificador de una parte de nuestra población, lo de disminuido, para hacer referencia a las personas con discapacidad, ciudadanos libres e iguales y con los mismos derechos y deberes".
Finalmente, reivindicó la vigencia del texto constitucional "ya que a pesar de sus 43 años sigue siendo el faro que nos guía para lograr un país más justo, más igualitario y libre".
El sencillo acto concluyó con la interpretación de los himnos gallego y nacional a cargo de la Banda de Música de la ENM.
Entre los presentes se encontraban el presidente de la Audiencia, el fiscal jefe, el general jefe de la Brilat, el comandante de la ENM, la comisaria provincial y diputados y senadores del PSOE y el PP.