“Ni estamos muertos ni estamos de parranda”. Ciudadanos define así el nuevo intento por reconstruir su debilitado proyecto en Pontevedra. El partido naranja ha situado a David Díaz como nuevo coordinador de la agrupación local y a José Rivadulla como responsable de Enlace Institucional.
La junta directiva arranca con dos miembros y en breve incorporará uno más: la figura del secretario. En total habrá tres personas al frente de una dirección que hasta el pasado mes de octubre estaba integrada por cinco personas. Estas últimas dimitieron en bloque nueve meses después de prometer los cargos por diferencias irreconciliables con las decisiones de la cúpula de los naranjas en Madrid.
La formación que ahora lidera Inés Arrimadas apuesta por un trabajador del sector de los seguros como su cara visible en la capital provincial. Díaz, de 44 años, es vecino de Monte Porreiro y lleva afiliado a Ciudadanos desde 2014, año en el que los naranjas dieron sus primeros pasos en Pontevedra. Aunque el partido tiene la intención de presentarse a las elecciones municipales de 2023, el candidato a la Alcaldía todavía está por decidir. “Dependerá de los procesos internos”, señala Díaz, que afirma que la agrupación cuenta con más de 60 militantes y simpatizantes.
Junto a él estará Rivadulla, que regresa a los naranjas después de que en 2015 se diese de baja en el partido y renunciase a ir de cabeza de lista por la provincia de Pontevedra en las elecciones generales de aquel año. El que fuera miembro fundador de la directiva de Cs en Galicia y de la agrupación pontevedresa vuelve a subirse a un proyecto del que se fue por la expulsión de afiliados y la apertura de expedientes contra compañeros que entonces cuestionaban -vía Whatsapp- el liderazgo de María Rey, que fue la primera concejala que el partido tuvo en Pontevedra.
La formación naranja quiere presentarse a las próximas elecciones municipales, pero no ha decidido quién será su alcaldable
LAS CRISIS. En sus ocho años de historia en Pontevedra, Ciudadanos ha sufrido tres importantes crisis. La primera de ellas se produjo en junio de 2019, justo después de las municipales. Rey dejaba la formación y su salida provocó la renuncia en bloque de otros cinco miembros de la lista electoral que aquel año encabezó Goyo Revenga.
Aquellas dimisiones tuvieron su origen en la polémica decisión adoptada por la dirección gallega de Ciudadanos, que dos meses antes de que se celebrasen los comicios locales decidió rectificarse a sí misma y desplazar a la empresaria del primero al segundo puesto de la candidatura a la Alcaldía, que luego encabezó el propio Revenga.
El segundo tsunami interno llegó un año después. En 2020, la dirección nacional expulsó a su único edil en Pontevedra por haber apoyado unos presupuestos del Gobierno local, formado por el BNG y el PSOE. Goyo Revenga decidió mantener su acta como concejal, lo que provocó que Ciudadanos se quedase sin representación en la Corporación municipal, en la que entró por primera vez en 2015.
La tercera gran crisis de los naranjas es más reciente. Ocurrió el pasado mes de octubre, cuando su anterior coordinador, Carlos Fontán, y los cuatro miembros restantes de la junta directiva (Pedro Estévez, Mónica Garrido, Juan Baquero y Silvia Villaverde) renunciaron a sus cargos. Algunos de ellos, con Fontán a la cabeza, lideran ahora un nuevo proyecto político: se presentarán a las municipales de 2023 bajo las siglas de 'Pontevedra Alternativa', un partido que en 2011 ya participó en las elecciones locales de la mano del hostelero Ramón Pedras Lorda 'Petete'.