Santa Clara también tuvo monjas rebeldes

El estudio histórico revela nuevos episodios de la vida de las clarisas y establecen dos posibles fechas sobre la fundación del cenobio: 1271 y 1296
Monjas usando el lavadero de piedra en la huerta del convento de Santa Clara en 1905. F. ZAGALA  (MUSEO DE PONTEVEDRA) 
photo_camera Monjas usando el lavadero de piedra en la huerta del convento de Santa Clara en 1905. F. ZAGALA (MUSEO DE PONTEVEDRA)

El estudio histórico encargado por la Deputación de Pontevedra ha revelado nuevos episodios sobre la historia de Santa Clara. Así lo anticipó este jueves el vicepresidente provincial, Cesáreo Mosquera, que señaló que el antiguo convento "é un pozo sin fondo de sorpresas". Una de ellas tiene que ver con la rebelión protagonizada por las clarisas en el siglo XVIII.

En enero de 1710, 18 de las 23 monjas se saltaron la clausura para salir de Pontevedra y poner rumbo a Santiago de Compostela. Hasta allí se desplazaron para denunciar ante el Arcebispado lo que para ellas era la "opresión y tiranía" a la que se veían sometidas por parte de los franciscanos, la orden que controlaba lo que pasaba en Santa Clara. Tanto su vida espiritual como económica.

El conflicto llegó a las máximas instancias, al Vaticano, que finalmente le dio la razón al grupo de sublevadas. La intervención del entonces Papa Clemente XI hizo que las monjas rebeldes abandonasen la vía judicial el 7 de diciembre de 1711. Fue el paso previo a deshacerse del control de los franciscanos.

Las clarisas no solo se quejaban del abuso de la comida por parte de la citada orden mendicante, sino también de que tenían que asumir los gastos de los entierros, a los que acudían seis freires, que también celebraban la eucaristía. En el ámbito espiritual, a las monjas tampoco se les permitía acceder al altar. Las llaves de la iglesia y de la sacristía obraban en poder de los citados religiosos. El 20 de diciembre de 1711, llegó al convento la carta que estaban esperando. Las clarisas se libraban de la Orden Franciscana y pasaban a depender a la jurisdicción del Arcebispado de Santiago.

Tras casi dos años de revuelta, Francisca de San Joseph (vicaria de casa), Antonia Sarmiento, Jazinta Mosquera, Clara de Castro, Francisca Antonia Mosquera, Benita Taresa Mariño, Catalina de San Ygnacio y Aldao, Micaela Baruto, Leonarda de Araújo, María Pérez, Benita Peres, Ana de Varros, María Parada, Antonia de la Conzeción, Antonia María Bermudes, Ana Antonia Mariño, María Taresa Bugarín y Francisca Mariño regresaron a Santa Clara. Antes de ser readmitidas, porque saltarse la clausura estaba prohibido, las monjas rebeldes se alojaban en las Torres Arcebispais de Pontevedra.

El estudio histórico también abre el debate sobre la posible fundación del cenobio. La fecha más extendida es 1271, pero se baraja una segunda: 1296.

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