El Club Naval, atado de pies y manos tras el parón del dragado del Lérez

Carlos Paz, presidente de la entidad, se esperaba este paso atrás y como solución ofrece un espacio en sus instalaciones para depositar los residuos y poder funcionar con normalidad lo antes posible
undefined
photo_camera El pantalán del Club Naval de Pontevedra y los lodos, este miércoles, durante la bajamar. DAVID FREIRE

La prohibición de depositar lodos en Sálvora paraliza el dragado del Lérez y el Club Naval de Pontevedra será el principal perjudicado por esta decisión al ver su actividad reducida a la mitad por la falta de calado.

La decisión del Gobierno central que fue comunicada a Portos de Galicia ha caído como un jarro de agua fría en Pontevedra porque ahora habrá que iniciar un nuevo expediente, un nuevo proyecto y buscar un nuevo lugar para verter los lodos.

El Club Naval de Pontevedra lleva tiempo viendo como sus instalaciones no cumplen con el cien por cien del rendimiento que podrían tener, debido a que la mayor parte de los pantalanes están inhabilitados por la presencia de estos lodos, lo que hace reducir considerablemente los ingresos de la entidad.

El presidente del Club Naval, Carlos Paz, se esperaba este paso atrás y asegura que están "atados de pies y manos" sin poder mover ficha hasta que se encuentre una solución. "A nosotros nos perjudica, pero no solo a nosotros. Es una mala noticia para el club y para la ciudad de Pontevedra", sentencia.

Los lodos en las aguas del Lérez han sido siempre el caballo de batalla de un club que posee tres pantalanes con capacidad para 120 barcos. Actualmente tiene inutilizado el primero de ellos por las malas aguas y el segundo con una actividad reducida al 50% en horas de bajamar, lo que deja espacio para únicamente uno al completo para ubicar sus barcos, lo que deja al Club Naval de Pontevedra "tocado", tal y como apunta el presidente.

El proyecto de la cafetería continúa pausado debido a los escasos recursos económicos del club para hacer frente a la obra

Sobre la mesa faltan soluciones alternativas inminentes que rebajen la brecha que causa el cese del dragado del río de la Boa Vila, para lo que el propio Carlos Paz ha respondido con propuestas factibles a las que falta dar el visto bueno. "La solución que planteamos era en la esquina del aquí del club donde esta el cuartel de la Guardia Civil, sacar los lodos a tierra, dejarlos ahí a reposar unos días y después llevarlos a una planta de tratamiento de residuos" poniendo de esta forma un espacio del club a disposición de las empresas encargadas y facilitar así el trabajo. Una solución que, eso sí, encarece el proceso por el uso de maquinaria pesada para el traslado de los lodos hasta el destino final.

DEMASIADOS AFECTADOS. El río Lérez es una de las zonas más demandadas por los vecinos de Pontevedra, bien sea para actividades deportivas o por el mero hecho de ser un atractivo para turistas y residentes. La cofradía de mariscadores de Campelo especialmente está viendo limitada su actividad en diversas zonas, lo que provoca un descenso de su actividad y por tanto en sus ingresos.

"También perjudica al sector marisquero, que está desenando que lo draguen de una vez", recalca Carlos Paz, añadiendo que la villa de Pontevedra precisa la oportunidad de lucir un río limpio y saludable. "Afecta también a la ciudad como tal, porque es una vergüenza que una ciudad que tenga un río tan espectacular como el que tenemos en el centro de la ciudad esté así. Todas las grandes ciudades europeas presumen de sus ríos, y aquí lo tenemos hecho una porquería".

CAFETERÍA. Otro de los proyectos que el Club Naval de Pontevedra tiene en pausa es el de la cafetería, un espacio actualmente habilitado par los más pequeños del club, aprovechando la situación de pandemia que impide un aforo total en los vestuarios.

Carlos ve imposible la manera de dar un paso al frente, y a pesar de haber tratado de darle salida desde la propiedad del club, finalmente los medios económicos han frenado en seco las intenciones. "Si tuviésemos los pantalanes con el total de los barcos, daría un respiro económico para hacer algo sin tener que depender de alguien, haríamos nosotros la obra, pero estamos atados".