El Club Naval reanuda el servicio de bar con Bizarro, un local "triple C" con muchos planes

Después de 11 años sin cafetería, el único edificio que sobrevuela el Lérez vuelve a servir bebidas ►Una familia asturiana abre un "bar castizo", que ha empezado por ofrecer "café, copas y cañas", pero que pretende ser plató de cocinas de autor, exposiciones, conciertos y hasta mercadillo
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photo_camera José Miguel Ordóñez en el nuevo bar del Club Naval. RAFA FARIÑA

El club naval vuelve a disponer al fin de cafetería, un servicio anhelado por socios y paseantes que quedó interrumpido en 2011, cuando el gerente del establecimiento que funcionaba entonces fue desahuciado por un juzgado de la ciudad por impago.

El local responde al nombre de Bizarro, en alusión al significado que "quiere decir valiente", y ha sido promovido por una familia asturiana con experiencia en hostelería en el país y el extranjero.

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El interior del local. RAFA FARIÑA

José Miguel Ordóñez y Balmori es una de las cabezas visibles del grupo de socios y, según dice, la chispa que le llevó a iniciar travesía en Pontevedra surgió "hace relativamente poco", cuando redescubrió la ciudad durante una visita a unas amistades. La "ubicación privilegiada" de la Boa Vila le dejó prendado y, especialmente, la parte de la ría donde se sitúa el Club Naval, pues cree que es "la carta de presentación" de la capital para muchos visitantes. "Muchos lo primero que se encuentran al venir a Pontevedra es la ría, el Club y este local", dice durante una conversación con este periódico.

Visto que había oportunidad de negocio, Ordóñez y su hermano apostaron por mudarse con parte de su familia de Madrid a Pontevedra, donde han puesto en marcha un bar que se define como "castizo" y que sigue una estética "industrial y vanguardista" inspirada en viajes a lugares como "Nueva York, Copenhague o Londres".

PLATILLA. La propuesta inicial es la de una cafetería que funciona como "un espacio de reunión" y que trabaja con "la triple C", sirviendo "cafés, copas y cañas". No obstante, los promotores esperan que en algún momento la gastronomía se acople a la oferta del local mediante colaboraciones provisionales con chefs que "conozca muy bien el producto de la región".

Actualmente la plantilla está formada por cuatro integrantes de la familia, aunque no exactamente por decisión propia. Ordóñez afirma que se ha topado con el déficit de personal que acusa el sector y que los posibles candidatos no encajan en el perfil que se busca. "Es importante tener gente con disposición de trabajo e interés profesional, no simplemente para echar el verano".

BIENVENIDA. En las casi tres semanas que lleva abierto, el bar ha tenido una respuesta del público "bastante buena". Sobre todo, por parte de turistas nacionales que llegan en barco o a través del paseo marítimo, porque lo que es a nivel local los empresarios perciben que "hay un olvido importante de la ría por parte de la gente de Pontevedra".

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Interior del Bizarro. RAFA FARIÑA

El establecimiento ocupa la primera planta del Club Naval y la terraza, si bien la previsión es acondicionar también la cubierta superior. La hostelería es el servicio central, aunque los empresarios quieren que el espacio tenga un uso "polivalente" y también sea escenario de "conferencias, exposiciones de arte, conciertos y hasta mercadillos". Además, Ordóñez indica que están abiertos a acoger "eventos privados". El aforo actual es de 160 personas.

El contrato tiene una duración de diez años y, en palabras del presidente del Club Naval, Carlos Paz, "la valoración no puede ser negativa". "No solo permite a los socios tomarse algo, sino que implica más ambiente y más movimiento para el Club. Incluso es bueno para Pontevedra, porque dinamiza otra zona de la ciudad".

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