Cofradías, Agade e Intecmar estudian cómo reducir el impacto de las toxinas

Los pósitos y sus asistencias técnicas se reunirán para definir cómo se podrían subdividir las zonas de marisqueo a fin de que los cierres por marea roja no afecten a áreas tan extensas
Las mariscadoras y los mariscadores volvieron este lunes a la faena en la ría de Pontevedra, tras los últimos diez días de parón por la aparición de toxinas. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Mariscadoras en la ría. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Reducir el impacto de los episodios de biotoxinas en la actividad del sector marisquero. Ese fue uno de los temas que centraron la reunión mantenida este lunes en Vilaxoán entre los representantes de las cofradías de la provincia, la Asociación de Empresas Depuradoras de Moluscos (Agade) y responsables del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) y de la Subdirección Xeral de Programas de Control de Riscos Ambientais para a Saúde.

El encuentro fue solicitado por los portavoces de los pósitos y las depuradoras ante la preocupación que existe en ambos sectores en un año en el que los episodios de biotoxinas están siendo especialmente largos y continuos, lo que ha provocado frecuentes parones en la actividad de los mariscadores y, aunque en menor medida, también de los navajeros.

Por eso, además del presidente de la Federación Provincial de Cofradías, José Manuel Rosas, también participaron en la reunión tres patrones mayores (uno por cada ría), que habían sido nombrados previamente en representación de todos los pósitos. En este caso, por la ría de Pontevedra acudió María del Carmen Vázquez Nores (patrona mayor de Lourizán), por la de Arousa lo hizo el patrón mayor de Cambados; y por la de Vigo, el de la cofradía de Redondela.

Después de que los responsables del Intecmar expusiesen de manera exhaustiva la evolución de los distintos episodios encadenados de toxinas y su dinámica y detallasen el procedimiento seguido para decretar los cierres en los últimos meses, los participantes en la reunión abordaron la posibilidad de subdividir zonas -fundamentalmente la zona IV de marisqueo en la ría de Pontevedra-, para facilitar la actividad extractiva, de manera que cuando se produce un cierre por toxina no impida la extracción en una zona tan amplia como ahora, siempre preservando la calidad sanitaria de los moluscos.

Los representantes del Intecmar y de la Subdirección Xeral de Programas de Control de Riscos Ambientais para a Saúde expusieron la necesidad de que el sector presente una propuesta concreta para poder evaluar si esa alternativa es factible y viable para garantizar el riguroso control que establece la normativa comunitaria.

Por ello, según explicó José Manuel Rosas, ahora la Federación Provincial de Cofradías convocará a todas las cofradías de marisqueo y con planes de recursos específicos (en este caso de navajas) y a sus asistencias técnicas para celebrar un encuentro en el que consensuar y redactar un escrito definiendo concretamente cuál sería esa división en subzonas. Una vez que lo tengan, se lo entregarían al Intecmar para que este lo analice y determine si es viable aplicarlo.

"Esta foi unha primeira toma de contacto positiva", explicó el presidente de la Federación.

El sector pide que los trabjadores de otras artes de pesca cobren por cese de actividad

Además de intentar mitigar el impacto de las biotoxinas, los representantes de las cofradías tienen otros frentes abiertos. Uno de ellos es el que se refiere al derecho de los mariscadores a flote y los trabajadores de otras artes de pesca para poder cobrar por cese de actividad.

Tal y como explicó el presidente de la Federación Provincial de Cofradías, cuando hay un episodio de toxinas de una duración determinada y los mariscadores del sector de a pie no pueden trabajar, tienen derecho a percibir una compensación económica por el cese de actividad.

Sin embargo, los que trabajan a bordo de embarcaciones no, porque la administración considera que, si no pueden ir a mariscar, pueden trabajar otro tipo de recursos pesqueros con otras artes. Sin embargo, señala Rosas, en la práctica en muchos casos eso no es así, pues hay muchas embarcaciones que faenan con un único recurso y si ese falla, se quedan sin poder trabajar.

"Estas persoas, como autónomas, están pagando todos os meses por un concepto que é o cese de actividade, pero despois na práctica non poden beneficiarse del. Non é lóxico", indicó. "Por un lado dise que hai que profesionalizar o sector, pero por outro estáselle privando dos seus dereitos", lamentó.

Por ello, la Federación Provincial de Cofradías ha solicitado una renión con la Dirección General del Instituto Social de la Marina, con el objetivo de tratar este asunto e intentar alcanzar una solución satisfactoria.

La fecha todavía no está definida y, en todo caso, las cofradías gallegas y las federaciones están actualmente inmersas en el proceso electoral para renovar sus directivas.

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