La voz de alarmada dada por varios vecinos de Eduardo Pondal puso a la Policía Local sobre la pista de un camello que abastecía de hachís a los numerosos compradores que acudían hasta su vivienda.
El operativo se desencadenó el pasado jueves, a raíz de las quejas de los residentes por el tráfico de drogas que se venía realizando desde hacía tiempo en esa zona de la ciudad.
Los agentes pusieron en marcha un dispositivo de vigilancia durante dos días y así pudieron constatar cómo el detenido efectuaba un mínimo de dos ventas de hachís a otros tantos compradores.
Su forma de trabajar era casi siempre la misma: los consumidores contactaban con el camello y ambos se encontraban en el portal de su vivienda, donde se consumaba la venta. En el momento de su detención, la Policía Local le intervino una pequeña cantidad de droga.
