Un buen número de pontevedreses se acercó en la mañana de este sábado a la plaza de abastos para comprar carne, pescados y verduras, tras dos jornadas festivas por la Semana Santa.
Debido a las restricciones y al control de acceso derivado de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus se registraron colas para acceder al interior.
De hecho, hace ya varias jornadas que el mercado de abastos amplió las medidas de prevención con motivo de la alerta sanitaria por el coronavirus, al decidir el Concello limitar a 60 personas el aforo máximo en la instalación municipal para reducir riesgos tanto para los trabajadores como para los usuarios.