Los coles urgen recursos para afrontar la "emergencia educativa"

La comunidad educativa de Pontevedra reivindica más profesores y espacios para crear aulas seguras con ratios pequeñas
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photo_camera Limpieza en un aula. DAVID FREIRE

"Hemos creado hospitales en cuestión de días para afrontar la emergencia sanitaria, ahora toca plantar cara a la emergencia educativa". La frase de la directora de la Escuela de Educación Infantil Crespo Rivas, Ana Malvar, recoge el sentir de gran parte de la comunidad educativa de Pontevedra, que reclama más profesorado y más espacios para bajar la ratio y poder crear las aulas burbuja que garanticen la seguridad del alumnado a la vuelta del verano.

Tras conocerse las nuevas directrices para el curso 2020-2021 esbozadas esta semana por la ministra Isabel Celáa, profesorado y familias piden el compromiso de las instituciones públicas para apostar por la educación "y que vayan de la mano". "Tienen que poner sus herramientas a servicio de los centros educativos", señala Malvar, que aplaudió la iniciativa de volver a las aulas en septiembre de manera presencial. "Padres y profesores tenemos que luchar por la enseñanza presencial segura", añade la directora, que subraya que para Infantil es fundamental el contacto, las emociones y la socialización de los menores.

Una de las principales incógnitas que planea ahora sobre la vuelta al cole radica en la ratio que se fijará finalmente por aula. La propuesta inicial del Ministerio de Educación partía de 15 alumnos como número ideal y hasta un máximo de 20 en base a los criterios sanitarios establecidos por la OMS, aunque en la conferencia sectorial celebrada este jueves, la conselleira de Educación, Carmen Pomar, planteó que esta reducción de alumnado por aula implicaría dotar al sector de recursos que no se podrían cubrir con los fondos anunciados por el Ministerio, (unos 120 millones de euros).

Aunque se apuesta por la educación presencial, el profesorado reclama más medios tecnológicos y más formación "por si hay un rebrote"

Precisamente la organización de las aulas es el puzzle al que se enfrentan en la recta final del curso los equipos directivos de los centros escolares. Es el caso de la Escuela Infantil Crespo Rivas, que cuenta con tres aulas completas, de 25 alumnos, y carece de espacio para desdoblarlas, por lo que ya se ha puesto en contacto con las instituciones en busca de una respuesta como aulas móviles.

En un caso similar se encuentra el CEIP de Lourido, en Poio. Cuenta con seis aulas de Primaria con más de veinte alumnos y solo podría habilitar otras tres aprovechando espacios como la biblioteca o el aula de usos múltiples. "Estamos á espera de recibir instruccións da Consellería e logo veremos se temos que solicitar máis profesorado e como organizamos", señala Fontán cuyo centro se ha volcado durante la pandemia con la formación virtual "con bo resultado, xa que algún cursos xa están en Edixgal".

EDUCACIÓN PRESENCIAL. Desde los equipos directivos y el profesorado de los centros educativos de Secundaria y FP en Pontevedra también reclaman una mayor atención de las instituciones en general a esta situación de emergencia educativa que mantiene al alumnado apartado de sus escuelas desde el pasado mes de marzo. Aunque la principal apuesta es también la educación presencial, desde distintos centros apuntan que la crisis de la covid-19 ha dejado en evidencia las carencias del sistema.

"Tenemos que darnos cuenta de los problemas que tenemos a nivel educativo y potenciar la tecnología en las aulas. Evidentemente, eso requiere inversión, comprar equipos para alumnado y profesorado y garantizar el acceso a la información desde las casas", dice el jefe de estudios del IES Mendiño de Redondela, Óscar Pérez, para quien "las clases presenciales nunca podrán sustituirse por las clases a distancia".

Estas son las claves de la vuelta al cole

Este profesor de matemáticas y padre de dos alumnos de Primaria considera que el hecho de que el Gobierno plantee más laxitud con las normas obedece a que "se dan cuenta de que es imposible mantener las distancias en el aula y es un problema que los niños se queden en casa. Al final, empezaremos las clases con total normalidad, algo en lo que estoy en contra", añade.

Y es que garantizar la seguridad del alumnado es la principal preocupación de la comunidad educativa. Para ello, este docente del IES Mendiño propone que se mantengan la distancia social y se reduzca la ratio a una tercera parte. Impulsar la formación y digitalización de los centros es otra de las propuestas.

Coincide con él el coordinador de programas internacionales y profesor de ciclos formativos del IES Luis Seoane, Modesto Rozas, que pone sobre la mesa tres propuestas claras para la vuelta al cole: "Garantir a capacidade das telecomunicacións para ter ó profesorado e ó alumnado ben conectado, aumentar a formación en materia dixital e dotar de equipos á comunidade educativa", señala Rozas, que lleva más de diez años trabajando con aulas virtuales y asegura que, en la actualidad, su uso está lejos de ser el óptimo. "A aula ofrece moitas posibilidades. Hai que ter claro cal é a vía oficial e non que cada un use unha plataforma distinta", afirma este profesor que considera que se debería estudiar "a integración do móbil na aula".

Para muchos docentes, el principal problema al que se enfrenta la educación es precisamente que "non se percibe que estamos ante unha emerxencia educativa, porque é unha cousa que atinxe ós nenos, pero súfrese no futuro", señala Modesto Rozas, que considera que para mejorar el sistema educativo el primer paso es saber a qué modelo queremos llegar. "Non existe vento favorable para quen non sabe a que porto se dirixe", concluye.

Manuel Fontán destaca que la experiencia durante el confinamiento en su centro fue "bastante positiva porque os alumnos de 5º e 6º xa estaban no programa Edixgal, co cal só tiveron que ter continuidade" y el resto del profesorado realizó un curso de formación para seguir con la formación virtual.

Los concellos acometen la limpieza y desinfección de las aulas
La imagen de la limpieza y los preparativos en las aulas se repite estos días en casi todos los centros educativos. En el CEIP de Lourido, las brigadas municipales continuaban ayer con la desinfección de las aulas para que en septiembre "só quede darlle un pequeno repaso", dice su director, Manuel Fontán. Este centro cuenta con seis clases de Primaria de 25 alumnos e infraestructuras para desdoblar tres. Así que si finalmente la ratio desciende a 20 niños, quedan muchas incógnitas por resolver. 

 

La Fanpa advierte que la distancia de dos metros reduciría a 30 las plazas de comedor

De 1.100 a 30. Son las plazas que, según la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fanpa) podrían ofertar los comedores de la Boa Vila si se estableciese como obligatoria la distancia de seguridad de dos metros entre los escolares y se redujese la ratio. El presidente de este colectivo y de la Confapa, Rogelio Carballo, señaló que de los 18 comedores que en la actualidad gestiona la Fanpa en Pontevedra solo sería económicamente viable mantener uno de treinta plazas y esto encarecería el precio de 82 euros a 120 al mes. 

El representante de las familias aplaudió este jueves que en el horizonte de septiembre se vislumbre al fin la vuelta presencial a las aulas. "La educación presencial es insustituible; a un niño de Infantil le tienes que coger la mano para enseñarle a escribir", señaló Carballo, que valoró positivamente la creación de aulas burbuja en las que los alumnos no se relacionen con otros grupos para evitar posibles contagios. "Coger una bolsa de 25 niños e independizarlos está bien. Lo que es ilógico es que se pueda aplicar esta medida con niños de seis años y no a los de 12". 

Para Carballo, "no podemos seguir soportando esta situación de educación a distancia, renunciando a parte de nuestro salario para hacer un trabajo que le corresponde a la Administración", manifestó.

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