Las expectativas de una campaña de Navidad normal para la hostelería se desvanecen. Con la vacunación avanzada, la sexta ola de la covid-19 ahoga, una vez más, al sector, que asiste estos días a la cancelación de reservas para las cenas de Navidad de los próximos fines de semana. Las anulaciones afectan mucho más a recintos en los que se organizan grandes eventos, que han visto como el completo para el mes de diciembre que registraban en otoño se ha venido abajo en poco más de una semana. En Finca Batacos, por ejemplo, han pasado de tener el comedor lleno de reservas para el próximo sábado a quedarse sin una sola cena prevista.
"Diciembre pintaba muy bien, pero desde hace un par de semanas hemos comenzado a recibir cancelaciones de cenas, alguna con más de 120 comensales. Para este fin de semana han cancelado ocho y nos hemos quedado sin ningún evento ni el viernes ni el sábado, solo se mantiene una comida en todo el fin de semana, pero cenas ninguna". Lo explica Gustavo Sobral, gerente del grupo Mochi, que gestiona Finca Batacos. El golpe, además de inesperado, supone asumir de nuevo los gastos de un mes en el que se ingresará muy poco. "Nosotros ya no tenemos a trabajadores en Erte, así que tendremos que comernos todos los costes sociales sin celebrar ninguna cena. En teoría nos dejan trabajar, porque no hay ninguna restricción de momento y como no nos prohíben trabajar también es más difícil acceder a ayudas", cuenta Sobral, que asegura que comprende el miedo de las personas que anulan las celebraciones previstas.
Se anulan contratos de extras para refuerzos
En menor medida, el recorte de personal afectará a establecimientos más pequeños. Así, la mayoría de los restaurantes tampoco reforzarán sus plantillas esta Navidad. "Yo tengo a dos personas pendientes de trabajar estos dos fines de semana. Para el 11 de diciembre ya les he dicho que no y en función de cómo vayan las cosas podré contratarlos el 18 o no", explica el responsable de Manseo.
La mayor parte de los restaurantes tiene ya a todos sus trabajadores fuera de Erte después de un buen verano y un mes de noviembre inusualmente positivo. De este modo, noviembre suele ser un momento más relajado para la hostelería, pero este año bares y restaurantes han estado llenos. Al igual de que los hoteles, que han rozado el lleno en los primeros días del puente en Pontevedra. Así, a pesar de las cancelaciones de última hora, las reservas siguieron llegando y mantuvieron la ocupación en torno al 80%.
En muchos casos, son las propias empresas las que toman la decisión de cancelar los eventos por miedo a que se produzca un brote entre sus trabajadores. "Nosotros también hemos detectado cancelaciones entre grupos de sanitarios o docentes", cuenta Rubén González, responsable y chef de El Cafetín, en la Alameda de Pontevedra. Así, ciertos colectivos más expuestos al virus han cancelado las reuniones previstas por miedo a brotes, aunque es cierto que los establecimientos más pequeños, que acogen a grupos menos numerosos, notan menos el impacto de la sexta ola en sus reservas. "En nuestro caso notamos que en noviembre la gente reservaba a un ritmo por encima de lo normal y, ahora, se ha frenado mucho. Hemos tenido pocas cancelaciones, pero ha bajado el número de comensales, teníamos cenas con previsión de que asistiesen 30 personas y se están quedando en 20 o menos", explica González.
Las cenas más pequeñas se mantienen, aunque con menos comensales de los previstos en un primer momento
COMIDAS. Donde también han detectado un fuerte incremento de las anulaciones es en A Adega dos Avós. "Han cancelado el 90% de las cenas que teníamos previstas para estos dos fines de semana", explican. En su caso, mantienen alguna reserva para comidas el sábado y el domingo y ninguna para cenas. "Hace unas semanas contábamos con tener una buena campaña de Navidad. Después de todos estos años tan difíciles volvemos a quedarnos sin nada", lamentan.
En el Asador O Fanal ya notan más movimiento de comidas que de cenas, algo que no era habitual antes de la pandemia. "Ya hace tiempo que tenemos más gente a mediodía que por las noches y noviembre, por ejemplo, fue un mes muy bueno aunque ahora la cosa se esté parando", cuentan. Otros establecimientos que no tienen espacio para celebrar cenas grandes mantienen las reservas, como en el caso de O Padal da Santiña o el Savoy Gastrobar, que no pueden atender mesas de más de diez comensales.
Algunos hosteleros hablan de que quizás hubiese sido útil mantener cierto nivel de restricciones para garantizar un control de los contagios que permitiese salvar la Navidad. "Es una idea que se nos ocurre a toro pasado pero nos permitiría poder trabajar al 100%", apuntan en El Cafetín.
El miedo a un brote y a pasar la Nochebuena y el Fin de Año confinados por el virus son los principales motivos de las bajas
Uno de los motivos que llevan a los comensales a darse de baja de las cenas es el miedo a perderse las fiestas en familia. Ya no es solo una cuestión de temor a la enfermedad, sino a pasar la Nochebuena o el Fin de Año confinados por el virus, además de ser previsores ante la posibilidad de contagiar a otras personas de la familia.
"La pandemia se nos va de las manos, en este tiempo hemos aprendido a vivir al día porque nunca podemos estar seguros de lo que va a pasar", cuentan en el restaurante Manseo. Esta sensación de falta de control se extiende por los demás empresarios de la hostelería, que lamentan "ser los primeros en sufrir los daños colaterales de la pandemia". Aun así, el sector se sigue reivindicando como seguro. "Hay más riesgo de contagio en fiestas y cenas privadas que en un restaurante en el que hay control y distancia", recuerdan en El Cafetín.
"De momento los viajes nacionales, tanto para la península como para las islas, se mantienen, porque la gente tiene claras las medidas que hay que adoptar en España y no hay esa incertidumbre, pero sí que está habiendo cancelaciones de viajes al extranjero, por ejemplo para ir Londres, por todo lo que exigen allí", indicaron en Terra Viaxes.
En la web del Ministerio de Asuntos Exteriores se especifica que desde ayer todos los viajeros que lleguen a Reino Unido, tanto si cuentan con pauta de vacunación completa como si no, deberán presentar dos pruebas PCR negativas: una realizada en las 48 horas anteriores a la fecha del viaje y otra antes del final del segundo día tras la llegada. Mientras se recibe el resultado negativo de esta, el autoaislamiento es obligatorio.
"Además de hacer las PCR, si tienes que pasar dos días confinado en el hotel, hay gente que prefiere no ir porque no le compensa", apuntó la misma profesional, que señaló que muchas de las reservas para viajar en Navidad llevan hechas desde octubre y que actualmente, a la vista de cómo ha ido evolucionando la pandemia en estas últimas semanas, se ha frenado la contratación de viajes.
También en la agencia Arany 2005 indicaron que en estas semanas "ha habido un frenazo en la actividad" y que "incluso se notó ya para este puente con los viajes a Europa". "No es que la gente tenga miedo a contagiarse de covid, porque ya estamos todos mentalizados de lo que hay, de que hay que tomar precauciones y llevar certificado covid. Más que eso, lo que preocupa es que los países apliquen de repente restricciones que te vayan a afectar si viajas allí. Por eso las reservas para viajes nacionales se mantienen, pero sí que están cayendo para irse fuera de España, porque alguna gente prefiere no arriesgarse".
No obstante, también hay quien mantiene sus planes de viajar, tal y como apuntó Janet Libbi, directora de Viajes Pontus Veteris.
"Yo ahora tengo entre 15 y 20 reservas para viajes de aquí a Reyes, tanto con destino nacional (península e islas) como Caribe y Europa y no estoy teniendo cancelaciones. La gente ha reservado con antelación porque es la forma de conseguir precios más económicos y en muchos casos no devuelven el dinero, así que muchos prefieren mantener sus planes para no perder lo ya desembolsado. También es cierto que yo he actuado con previsión y he comercializado destinos que, por la experiencia previa, no suelen ofrecer problemas, como México, República Dominicana o destinos europeos, así que de momento las reservas se mantienen", indicó. "Lo que sí, llaman casi a diario para pedir información".
