Los comerciantes de la calle Loureiro Crespo, impacientes por el fin de las obras

Tienen la sensación de que, con más obreros trabajando en la reforma, esta se agilizaría y notan una bajada en el número de clientes
Un repartidor llevando mercancía al Froiz. GONZALO GARCÍA
photo_camera Un repartidor llevando mercancía al Froiz. GONZALO GARCÍA

Si alguien deseaba la reforma de Loureiro Crespo, esos eran sus comerciantes. "Con esta obra se verá que Pontevedra no termina en Benito Corbal y vamos a tener una calle mucho más atractiva cuando termine, pero eso no quita que un año después estemos impacientes por que llegue el fin", explicaba ayer la presidenta de la asociación de comerciantes del barrio, Ana Diz.

Las obras generan desde hace justo un año una serie de incomodidades con las que han tenido que ir conviviendo los vecinos y que estas semanas se centran en el tramo medio de la calle, en sus intersecciones con Ernesto Caballero, la rúa Forcarei o Amor Ruibal. "Tenemos la sensación de que está todo levantado, de arriba a abajo, y no hay nada terminado", contaba Diz. Y no era solo una impresión suya, un simple paseo por la calle revelaba la desorientación de los vecinos a la hora de circular por la innumerable cantidad de pasarelas metálicas que se han colocado para el paso de peatones, obligando a cruzar de un lado a otro la calle para poder atravesarla. "¿Por aquí puedo ir a Ernesto Caballero?", preguntaba confundida una señora que dudaba de si seguir o dar la vuelta en medio de una de las pasarelas. "Esto parece una carrera de obstáculos", explicaban las trabajadoras de la tienda de hogar Revitex.

"Tiene sus incomodidades, pero valdrá la pena, va a ser una maravilla", se conformaba este jueves Jordano Lugaresi, que insistía en ser positivo. El negocio del que forma parte, O Remendeiro, tenía este jueves su entrada bloqueada debido a las obras. "Es cierto que esta mañana no ha entrado nadie, pero va a compensar", decía. Del mismo modo, Lugaresi valoraba positivamente las campañas puestas en marcha por el concello para dinamizar la actividad comercial, Pontelovers y Eu son Loureiro.

La iniciativa prevé reformar también las calles del barrio de O Castañal como Ernesto Caballero, Forcarei o la Praza das Regas

#EUSONLOUREIRO. Esta segunda iniciativa se creó precisamente en noviembre de 2020 para fomentar el consumo de proximidad en el barrio de la zona Este de la ciudad durante las obras. "Funcionó durante la Navidad y ahora la verdas es que sigue ahí, pero yo creo que habrá que retomarla cuando terminen las obras para darle un impulso a la zona", cuenta María Diz.

En otros establecimientos se muestran menos optimistas, como Revitex, donde sus empleadas inciden en la idea de la falta de trabajadores. "Para lo grande que es la obra hay días que ves solo a cuatro obreros», indicaban ayer a la vez que reconocían que la clientela había bajado en las últimas semanas, desde que se produjo el corte al tráfico en el tramo entre Doce de Novembro y la intersección con la calle Forcarei. "No solo nos quejamos nosotras, los clientes también están cansados, llegan y nos dicen que es imposible moverse por esta calle, el otro día una chica tuvo que pedir ayuda a varias personas que estaban en un bar para que le ayudasen a pasar un carrito de bebé", contaban.

El Concello anunció la semana pasada que el plazo para la ejecución del proyecto se alargaba debido al mal tiempo y a los parones causados por la pandemia. Si estaba previsto terminar en mayo, el plazo se dilata tres meses más. "Lo que no se cree nadie es que el retraso sea por la lluvia", explicaba este jueves la presidenta de los comerciantes de la zona, que apuntaba también a la falta de trabajadores. En Revitex, escépticas, Susana González y Lucía Romero, dudaban de que la reforma esté lista en ese tiempo. "Yo creo que van a tardar más", contaban.

REPARTO DE MERCANCÍA. El supermercado Froiz de la calle se ha visto perjudicado también por las dificultades para reponer su mercancía. "Tenemos un almacén en la acera de enfrente y ya desde antes de que cortaran la calle era complicado", cuenta Rodrigo Piñeiro, responsable del supermercado. En este sentido, la llegada de los vehículos de mercancía es compleja. "También a los clientes que vienen a hacer la compra les cuesta y hemos notado que si antes venían dos o tres veces a la semana, ahora vienen solo una, los que se mantienen fieles son los vecinos del barrio", cuenta. Sobre el resultado final de la obra, Piñeiro resalta que quedará "vistoso" pero que está por comprobar si será "operativo" para quien va a hacer la compra.

Gon Loureiro Crespo. Con Sara. Repor sobre as obras e como afectan aos comerciantes., jueves, 22 abr · 11:00–12:00

En lo que se refiere a las plazas de estacionamiento, el Concello ya ha creado un aparcamiento disuasorio en la zona de Valdecorvos, próxima a la calle Loureiro Crespo. "Eso va a permitir que la gente deje allí los coches y venga a consumir, aunque muchas veces está lleno porque la zona de O Castañal tiene muchos edificios sin plazas de garaje", explicaba otro de los comerciantes.

En este tiempo, los comerciantes cuentan que ha existido comunicación constante con el Concello. "El concejal Demetrio Gómez tiene en cuenta nuestras peticiones, como que se fuese haciendo la obra por tramos, y no cortando toda la calle de golpe", explica la presidenta de la asociación. Por otra parte, todos coinciden en que se trata de una intervención que era necesaria para dar continuidad al modelo urbano del centro.

"Había muchos años que esto no se tocaba, había diferencias con el centro y ahora eso por lo menos se va a solucionar, aunque sea engorroso", cuenta Lucía, de Neumáticos Gallardo. "Si se tiene que prolongar, por lo menos que sea para que dure muchos años, esta no deja de ser una calle de entrada a la ciudad y tiene que estar cuidada", termina.

Gon Loureiro Crespo. Con Sara. Repor sobre as obras e como afectan aos comerciantes., jueves, 22 abr · 11:00–12:00

Una reforma ambiciosa
Las obras en Loureiro Crespo comenzaron hace exactamente un año, el 27 de abril de 2020, en pleno confinamiento, y abarcan una ambiciosa intervención que cambiara por completo el aspecto de la vía pontevedresa, especialmente en el tramo entre la Pasarela y la avenida de Lugo, reformando tambiéen calles adyacentes del barrio de O Castañal.

2.158.690. Es el presupuesto para la realización de las obras, que corren a cargo de la empresa constructora Covsa. La calle Loureiro Crespo tendrá solo un sentido de circulación, de entrada a la ciudad, y un único carril que permitirá ensanchar las aceras. Del mismo modo, se adecentarán las vías adyacentes del barrio Ernesto Caballero, Forcarei, Amor Ruibal, Mestre Soutullo, Ramón Cabanillas y Praza das Regas. En un principio estaba previsto que las obras terminasen en mayo, pero la nueva prórroga sitúa el horizonte ya en el verano.

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