El comercio local se encomienda al Black Friday para salvar las ventas de otoño

Aunque todavía falta más de una semana para que llegue, la mayor parte del comercio pontevedrés ya tiene las miras puestas en el próximo Black Friday. De hecho, algunos establecimientos se han adelantado y han empezado ya a ofrecer rebajas con el gancho del Viernes Negro, si bien los descuentos más importantes tendrán lugar la próxima semana. Aunque el día propio será el 24, cada vez está más extendida la costumbre de ampliar dicho período a las jornadas previas, tal y como ocurrió en los últimos años.

Además, se espera que se sume una buena parte de los establecimientos comerciales de Pontevedra, teniendo en cuenta que el nivel de participación ha ido creciendo progresivamente. En 2014 lo habían hecho poco más del 10% de las tiendas y en 2016 fueron ya el 60%, según los datos manifestados por representantes del sector.

Para este año, las previsiones de participación son aún mayores, teniendo en cuenta que muchos comerciantes tienen sus esperanzas puestas en el Black Friday para salvar las ventas del otoño.

Según explicó este miércoles el secretario del Centro Comercial Urbano Zona Monumental, Ernesto Filgueira, "este año la temporada está siendo muy floja, quizá porque las condiciones meteorológicas no ayudan, pues la gente no se anima a comprar ropa para el frío y la lluvia; o quizá por la situación económica, porque las cifras macroeconómicas indican que hay recuperación y que la cosa va bien, pero las microeconómicas no tanto. Se crearon empleos, pero muchos son precarios y, por lo tanto, los consumidores no se pueden permitir muchos gastos".

Sea por la causa que sea, lo cierto es que "entre los comerciantes hay preocupación por la escasez de ventas" y porque "tenemos mucho género que no despachamos".

Según Filgueira, esta situación no solo está afectando al pequeño comercio, sino también a las grandes cadenas. "Por eso muchas empezaron con descuentos ya hace semanas", indicó.

Por todos estos motivos, muchos esperan que el Viernes Negro actúe como un revulsivo.

De hecho, un informe elaborado por el portal Black-Friday.sale señala que se espera un aumento de las ventas del nueve por ciento con respecto a la misma fecha del año pasado.

Algunas marcas ya han anunciado que comenzarán a ofrecer ofertas en productos seleccionados y las buenas previsiones han llevado a la patronal de la gran distribución a comunicar que reforzarán sus plantillas de cara a esta jornada de descuentos, la campaña de Navidad y las rebajas de invierno. Anged (Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución) realizará 23.300 contrataciones para esta temporada, un seis por ciento más que el año pasado. Y es que las empresas españolas esperan volver a batir récords con una previsión de ventas de 1.376 millones de euros, según el mismo informe.

Con todo, el secretario del Centro Comercial Urbano Zona Monumental precisó que hay que ser cautos con las estadísticas, si bien el Black Friday, implantado en España desde hace cinco años a raíz de la liberalización de los períodos de rebajas, tiene cada vez más adeptos.

"Antes las campañas del Día del Padre y del Día de la Madre eran de muchas ventas y desde hace unos años han bajado en picado. Ahora está de moda el Viernes Negro", subrayó.

Tanto es así, que muchos consumidores aprovechan estos días para hacerse ya con artículos de cara a las próximas fiestas navideñas, no solo con ropa, calzado o complementos, sino también con juguetes, tecnología, menaje y cualquier producto para regalar.

Tal y como apuntó en varias ocasiones el presidente de la Federación Provincial de Comercio, José Antonio Reguera, eso a veces actúa como un arma de doble filo, puesto que mejora las ventas de noviembre, pero en ocasiones disminuye las de las tradicionales rebajas de enero y de los días previos a Nochebuena y Reyes.