El comercio online y la resistencia a bajar el alquiler dejan el centro con locales vacíos

Las rentas alcanzan los 20.000 euros en Benito Corbal y superan los 3.000 en Michelena. Los agentes inmobiliarios emplazan a los propietarios a adaptarse al mercado. Las exigencias para abrir un negocio de hostelería frustra las ofertas de posibles inquilinos
Comercio en liquidación en la calle Cobián Roffignac. RAFA FARIÑA
photo_camera Comercio en liquidación en la calle Cobián Roffignac. RAFA FARIÑA

Son las más céntricas y las más transitadas pero, aún así, las arterias comerciales están salpicadas de locales comerciales vacíos. Letreros de 'se alquila' y 'se vende' titulan escaparates de media urbe con la amenaza de multiplicarse bajo los efectos de una posible nueva recesión. Ni siquiera Benito Corbal tiene colgado el cartel de completo y calles concurridas, como Michelena o Peregrina, ven como prolifera el número de bajos sin inquilino.

¿Por qué? Los agentes consultados del mercado inmobiliario se resisten a señalar un único culpable. A su juicio, la falta de candidatos para ocupar los espacios disponibles se debe al creciente mercado electrónico, que disuade a muchos de invertir en el comercio presencial, y a los precios desorbitados que demandan los rendatarios. Según dicen, en Pontevedra (como en muchas otras ciudades) abundan los propietarios "reticentes a adaptar sus rentas al mercado" y que prefieren seguir asumiendo los gastos de mantenimiento antes de rebajar las tarifas.

Las fuentes consultadas indican que ahora mismo el bajo en alquiler más caro está situado en Benito Corbal, en el núcleo fuerte de la milla de oro. El local tiene 495 metros cuadrados repartidos en dos alturas y su último morador fue Blanco, la firma de moda textil que cerró sus puertas en febrero de 2017, tras dos concursos de acreedores que desembocaron en el despido de 850 empleados y el cierre de 102 establecimientos en todo el país. La última cifra a la que tuvo acceso uno de los agentes preguntados ronda los 20.000 euros al mes, un precio que considera "exagerado" teniendo en cuenta la situación del comercio de proximidad y que "en las calles paralelas hay una importante de bolsa de locales libres" a precios más asequibles. "Un importe realista estaría rondando los 15.000 o 16.000 euros, aunque también es cierto que es habitual comenzar pidiendo un precio y acabar en otro".

José Luis Leiro (inmobiliaria Leiro): "Los propietarios están acostumbrados a otros precios, pero lo cierto es que la demanda de locales bajó"

Otros agentes del sector aseguran que Mango se aproxima e incluso supera esta cifra, pero también insisten en la necesidad de abrir paréntesis alrededor de estos casos y de cambiar de chip para ocupar los locales vacíos. "Los propietarios están acostumbrados a otros precios, pero lo cierto es que la demanda de locales bajó por el comercio electrónico y la previsión es que siga haciéndolo. De hecho, en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, muchos locales se están reconvirtiendo en vivienda, negocios de hostelería o establecimientos de productos de primera necesidad, como puede ser un supermercado", indica José Luis Leiro, responsable de la inmobiliaria Leiro. El agente subraya que lo conveniente sería "adaptar las rentas altas a la realidad del mercado", en el que basta alejarse un poco del centro para encontrar precios asequibles. "Por 300 euros en las galerías Oliva ya se puede encontrar un buen local", asegura.

MICHELENA

La calle Michelena es quizás una de las que ostenta los alquileres más altos y un de las que más acusa la crisis del comercio de a pie. La calzada está flanqueada por establecimientos desiertos que llevan meses e incluso años a la espera de emprendedores que puedan subir sus verjas.

La antigua librería Michelena cerró en julio de 2012 y desde entonces los propietarios no han encontrado relevo. Al parecer, ha habido aspirantes del mundo de la hostelería, que también han pulsado otros locales en esa misma calle, pero ninguna de las propuestas ha prosperado. Según explican varios agentes, la apertura de un bar o restaurante obliga a instalar "una salida de humos especial" que, a su vez, requiere de un permiso de la comunidad de vecinos "que no es fácil obtener". "Nadie quiere tener debajo un negocio de hostelería".

El local que anteriormente ocupaba Natura (que se trasladó a un bajo cercano) está en alquiler en 3.500 euros. Y justo enfrente hay otro establecimiento vacío que, al parecer, tampoco es apto para todos los bolsillos.

Amparo López (Engel & Völkers): "Hay clientes que aceptan bajar el precio cuando les presentamos una valoración del mercado y otros más reticentes"

La directora de Engel & Völkers Pontevedra-Sanxenxo, Amparo López, afirma que, en comparación al mercado residencial, la demanda de alquileres comerciales "es mucho menor". "Recibimos personas vienen buscando algo muy concreto, en calles como Benito Corbal, Sagasta, Michelena y otros puntos muy comerciales", indica. Y luego están otro tipo de demandantes que, como funcionan online, no necesita "presencia física".

Preguntada por la evolución de los precios, López indica que "hay clientes que aceptan bajar el precio cuando les presentamos una valoración sobre el mercado y otros más reticentes que, finalmente, bajan. Se están adaptando a los precios del mercado".

RÉCORD DE LIQUIDACIONES

La Dirección Xeral de Comercio recibió entre enero y septiembre siete solicitudes de negocios de Pontevedra para poder liquidar su género por cese de actividad, una de las causas en las que se permite despachar el stock a precio de saldo. Las peticiones ya superan en número a las que se registraron en todo 2018 (seis) y en 2017 (cinco), e igualan a las que se contabilizaron a lo largo de 2016 (siete). Por ello, es probable que el recuento final se acerque más a los totales de años anteriores, como 2015 (nueve) y 2014 (13).

Las fuentes oficiales consultadas explican que los comercios no están obligados a comunicar el cierre, pero sí deben informar de que van a liquidar con 15 días de antelación. La liquidación está autorizada en cuatro supuestos: cese total o parcial de la actividad comercial, cambio de rama de comercio, cambio de local o realización de obras que requieren cerrar el negocio y cualquier supuesto de fuerza mayor "que cause grave obstáculo ao normal desenvolvemento da actividade comercial".

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