El gasto en el comercio se recupera, la alimentación se dispara y el ocio se desploma

El Observatorio Abanca-Ieside refleja que los pontevedreses aumentaron un 9% el gasto comercial minorista desde el final del estado de alarma y un 37% las compras en el súper. El gasto en farmacias sube y baja el transporte
Productos alimenticios en un supermercado. PIXABAY
photo_camera Productos en un supermercado. PIXABAY

El final del estado de alarma y el alivio de las restricciones más severas ha modificado de manera sustancial el comportamiento del gasto en la provincia de Pontevedra. El último medidor lo hizo público este jueves Abanca desde su observatorio, elaborado en colaboración con el Ieside a partir del consumo con tarjetas bancarias de los últimos dos meses. Y los resultados demuestran de manera contundente una recuperación en el comercio minorista, donde el consumo creció un 9%, y una subida exponencial en el gasto de familiar destinado a la alimentación, hasta un 37% en el último período medido.

Por contra, se desploma de manera considerable el consumo enmarcado en el sector del ocio, que cae un 18% durante los meses de abril y mayo en la provincia pontevedresa.

Curiosamente, el dinero empleado en el transporte también experimenta un recorte, hasta del 18% en el período analizado. Y sin embargo el consumo farmacéutico se recupera un 29%, tras haber sufrido una caída del 10% en la misma franja temporal del pasado año.

Consumo en Pontevedra

Uno de los datos más esperanzadores, aunque no sea el más voluminoso, es la tendencia alcista del comercio, que ya vuelve a situarse en línea con los niveles pre-covid a partir del crecimiento experimentado en los dos últimos meses y que lo expertos atribuyen a una demanda retenida durante los meses de movilidad reducida y restricciones.

El sector de la alimentación es, sin lugar a dudas, el que sale más reforzado de la crisis sanitaria entre las ramas de actividad incluidas dentro del gran consumo. El mencionado aumento del 37% respecto al mismo período del año 2019 continúa situando a este tipo de gasto por encima de los niveles previos al estallido de la pandemia y la aparición del primer confinamiento.

Los analistas también matizan el mal dato del ocio. Si bien es cierto que, en relación al 2019, el gasto en este sector se contrae un 18%, la buena noticia llega al observar el comportamiento durante la Semana Santa, donde se constata un fuerte impulso que hace pensar en una recuperación óptima en cuanto las familias puedan acceder con mayor tranquilidad al consumo de este tipo de actividades.

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